
La elección del domingo dejó a Daniel Scioli y Mauricio Macri con un escenario diferente en el Senado, pero un elemento común que pasó desapercibido y tal vez sea el que defina su destino en esa Cámara.
El interbloque federal, un rejunte de senadores de diferentes provincias la mayorÃa de origen peronista, podrá reunir hasta 12 senadores, más que suficiente para darle dos tercios a Scioli y una ayuda indispensable si Macri quiere arrimarse a la mayorÃa simple.
En realidad, las elecciones no cambiaron tantas cosas porque el grueso de este interbloque no arriesgaba su banca. Ocurre que como el Senado se renueva por tercios y no por mitades, los presidentes heredan la mayorÃa del recinto.
Lo sabe Macri, que en el mejor de los casos podrá alcanzar 15 votos entre propios y radicales, lejos de los 37 necesarios para el quórum.
Pero el interbloque federal le darÃa un empujón importante, porque con sus votos podrÃa presionar para acercarse a la mayorÃa sin necesidad de un acuerdo de cúpulas con el peronismo, como le sucedió a Fernando de la Rúa, negociación que culminó con la recordada ley Banelco.
El interbloque federal es coordinado por Adolfo RodrÃguez Saá y lo integran su coterránea Liliana Negre de Alonso, el salteño Juan Carlos Romero, el sanjuanino Roberto Basualdo, la fueguina Miriam Boyadian, el neuquino Guillermo Pereyra y Carlos Reutemann, quien reeligió por Cambiemos pero, hábil, ya avisó que no se mudará de bloque.
Opositores en sus provincias, la mayorÃa se reunió varias veces con Mauricio Macri y Sergio Massa para pedirles un acuerdo que nunca fue. A excepción de Reutemann, la mayorÃa logró más afinidad con tigrense.
El futuro
Estos senadores siempre tuvieron claro que lo mejor podÃa llegar el 10 de diciembre, cuando esperan recibir al chubutense Alfredo Luenzo, quien reemplazará a su coterránea Graciela Di Perna, ambos leales a Mario Das Neves; al cordobés Carlos Caserio, fiel a De la Sota; y a los pampeanos Daniel Lovera y Norma Durango, delfines del gobernador electo Carlos Verna.
A este grupo, podrÃa sumarse Lucila Crexller, la otra representante del Movimiento Popular Neuquino que el año pasado votó siempre con el gobierno, como pieza de negociación del neuquino Jorge Sapag.
Tal vez no varÃe su conducta con Omar Gutiérrez como mandatario y Scioli o Macri de presidente. Los más entusiastas sueñan con una aparición de Carlos Menem, con mandato hasta 2017.
Scioli ya tomó nota y, como adelantó LPO, sumó a Negre de Alonso a un tridente con Miguel Pichetto y Ricardo Gil Lavedra para empezar a definir las dos vacantes de la Corte Suprema.
Aún conmovido por su sorprendente elección, Macri no sondeó el Congreso pero en su entorno ya saben que esa docena de votos pueden ser un buen punto de partida para acercarse a los 37 votos.
RestarÃa negociar con sólo un par de gobernadores para sumar la decena restante, sin pasar por un pacto de cúpulas.
Uno de los que tienen en la mira es el santiagueño Gerardo Zamora, actual presidente provisional del Senado y esposo de la gobernadora de la provincia. Esta tarde corrÃa la versión de que mañana no asistirÃan a votar el presupuesto.
En el recinto le responden Ada Iturrez de Capellini y el sindicalista Gerardo Montenegro.
Finalmente, a Macri no le serÃa fácil torcer a los progresistas Magdalena Odarda, Pino Solanas y Jaime Linares, pero tal vez sà a otros emisarios de gobernadores necesitados. Puede ser una de sus primeras tareas en pos de sumar gobernabilidad.
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