Las últimas encuestas que se difundieron para la Provincia de Buenos Aires llaman la atención por la gran discrepancia entre los candidatos a la gobernación y sus candidatos a Presidente: mientras Daniel Scioli y Mauricio Macri mantienen una diferencia de alrededor de 7 puntos, Aníbal Fernández y María Eugenia Vidal se encuentran en un virtual empate técnico.

La duda que surge, entonces, es cómo son posibles estos números en una provincia dónde el corte de boleta es históricamente muy pequeño.

Esta elección podría tratarse de un caso especial: los dos principales candidatos tienen la imagen negativa más alta –el caso de Aníbal- y la imagen positiva más alta –Vidal-, porcentajes que suelen indicar los techos y pisos de intención de voto.

Entonces, ¿es posible que la explicación sea que las encuestas estén registrando un voto cruzado Scioli-Vidal?

El concepto no es imposible: más allá del núcleo duro kirchnerista, parte del voto del FPV está formado por independientes que simpatizan con Scioli y nunca votarían a Macri, pero que tampoco votarían al actual jefe de gabinete.

Además, existe un antecedente muy cercano de un corte de boleta significativo entre los candidatos a gobernador y un presidente en la Provincia de Buenos Aires: en octubre de 2011, Francisco De Narváez obtuvo el 15,9%, cuando su Ricardo Alfonsín, a quien acompañaba en la boleta, obtuvo el 9,7%. Son 6 puntos de diferencia que podrían inclinar para un lado u otro la elección actual si el fenómeno se repite.

De todos modos, los encuestadores lo ven mucho más complejo en el aparato peronista. Según Celia Kleiman, de Polldata, los intendentes oficialistas del Conurbano van a hacer todo lo posible para evitarlo, porque un corte desde la categoría de gobernador hacia abajo terminaría perjudicándolo.

Además, Kleiman puso en duda que la imagen tenga un impacto tan grande en la intención de voto: “Para las PASO, teníamos en los municipios muy buenas imágenes positiva y negativa de Julián Domínguez, pero en nivel de conocimiento Aníbal Fernández lo superaba. Por algo terminó ganando. Increíblemente no siempre gana el que tiene mejor imagen”.

El voto parroquia

Entonces cabría preguntarse cuál podría ser la reacción de los intendentes o del propio Scioli si de hoy a octubre Vidal sigue creciendo y Aníbal se estanca.

Si bien su relación nunca fue buena, los consultores opinan que esa sería la única razón por la que los intendentes o Scioli podrían ordenar un corte sistemático de la boleta de Aníbal para salvar sus propias candidaturas.

En ese juego entra el fenómeno que ya se llamó “voto parroquia”: un rumor que corre entre la dirigencia política y preocupa dentro del peronismo es que el Vaticano mandó la orden a la Iglesia local de bajar línea en contra de la candidatura de Aníbal. Luego de la derrota de su protegido Domínguez, el Papa Francisco quedó asustado ante la posibilidad de que Fernández gobierne la provincia y habría mandado a votar a favor de Vidal.

Si la mano de la Iglesia termina agrandando la diferencia entre Vidal y el jefe de Gabinete, no sólo los intendentes, sino también Scioli podría entregar la gobernación si eso significa sacarse de encima el peso de Aníbal, cuya candidatura podría hundir la suya por la presidencia.

Pero según explicó a LPO Raúl Aragón, de Aragón y Asociados, ese tipo de operaciones o llamados a cortar boleta de los propios candidatos a presidente sería aún más difícil de detectar en las encuestas. Además, el consultor explica que sus números aún muestran un 15% de indecisos, que serán más relevantes para definir la elección que el corte de boleta.