Daniel Scioli planea crear un banco de desarrollo en caso de llegar a la Casa Rosada y piensa en Miguel Peirano para presidirlo. El gobernador quiere replicar la experiencia del BNDES de Brasil para estimular la inversión y de esta manera darle pelea al desfavorable contexto externo que se espera para los próximos meses, con el dólar fortaleciéndose en el mundo, el crecimiento de China desacelerándose y los países vecinos devaluando sus monedas.

No es la primera vez que Scioli toma como referencia al país vecino. El candidato a presidente por el kirchnerismo recuerda cada vez que puede sus cumbres con el ex mandatario Luis Inacio Lula Da Silva, y pretende crear un gabinete con 20 ministerios, a imagen y semejanza del gobierno brasileño. En ese sentido, ya anunció cuatro nuevos: el de Economía Popular, el de Energía, el de Derechos Humanos y el de Ciudades.

Lo cierto es que el nombre que suena para encargarse del banco de desarrollo es el del último ministro de Economía de Néstor Kirchner, quien dio un paso al costado al iniciar el primer mandato de Cristina, por sus diferencias con el ex secretario de Comercio Guillermo Moreno.

Peirano se había sumado a los equipos técnicos de Sergio Massa en el 2013 y se había convertido en el jefe del séquito de economistas que asesoran al líder del Frente Renovador. Pero tras las negociaciones del tigrense con el PRO, el ex titular del Palacio de Hacienda decidió alejarse.

Peirano es un hombre ligado al sector industrial, de fluida relación con Brasil. Su intención es crear el Banco de Desarrollo sobre los cimientos del actual Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), que serviría como base jurídica.

Peirano se reunió en varias oportunidades con el secretario general de la Provincia, Martín Ferre, con quien lo une una vieja amistad. En esos encuentros reflotó la idea de impulsar el desarrollo productivo a través de herramientas financieras, y el economista aceptó sumarse al sciolismo para ocuparse de este tema.

Peirano cosechó el respaldo no sólo de los empresarios, sino de los sindicatos, que miraron con muy buenos ojos la iniciativa.

La iniciativa del banco de desarrollo se da en el marco de la propuesta de Scioli de que el Merval financie a las Pymes, como explicó LPO. El gobernador pretende que el sector financiero impulse mecanismos de crédito para las pequeñas y medidas empresas, que empujen a la economía a salir del estancamiento y que la inversión vuelva a repuntar. Y este tipo de financiamiento le permitiría hacer gala de las inauguraciones que se lleven a cabo con estos fondos específicos para el sector productivo.

El ingreso de Peirano al sciolismo le permite al candidato oficialista sumar una figura específica para el rubro industrial. Es que hasta ahora, ninguno de los que están delineando el programa económico del ex motonauta se estaba dedicando a ese sector.

Otro de los que podría sumarse al armado del banco de desarrollo sciolista es Aldo Ferrer, histórico economista de corte desarrollista, con quien ya se reunió un par de veces. Se trata de un ex ministro que critica de manera moderada el modelo económico kirchnerista.

Scioli piensa en un ministerio de Economía con fuertes secretarías de Hacienda y Finanzas. Y que no esté concentrado el poder en una sola persona o un equipo que responda a una sola figura, como sucede actualmente con Axel Kicillof, que incluso extiende su influencia sobre otras áreas por medio de los alfiles que tiene en Agricultura, Planificación y el Banco Central.

Si bien Scioli se inclina por un esquema más parecido al brasileño, su gabinete bonaerense muestra rasgos estadounidenses. En el gobierno norteamericano no hay ministros sino secretarios, cuyas apariciones mediáticas son sumamente acotadas. Como muestra bien vale un botón: en la Provincia, después del rango ministerial, hay subsecretarías y no secretarías.