Los gremialistas le declararon la guerra al ministro de Economía, Axel Kicillof, luego de sus críticas al cobro de la cuota sindical, que se suma a la pelea por al tope que le impuso a las paritarias y a la negativa de elevar el mínimo no imponible de Ganancias.

El primero en lanzar una crítica furibunda contra Kicillof fue el jefe del sindicato de Empleados de Comercio, Armando Cavalieri, quien lo comparó con Domingo Cavallo. "Kicillof me hace acordar a Cavallo cuando decía que el salario era inflacionario. Es Cavillof", chicaneó.

Pero la crítica de Cavallieri respondía solamente al tope que el ministro le impuso a las paritarias. Luego, Axel echó leña al fuego y le apuntó a la cuota que pagan los trabajadores para afiliarse a los sindicatos.

"Lo que la gente paga en Ganancias el Gobierno lo devuelve en subsidios y en programas sociales. Pero lo que se descuenta de cuota sindical va a parar al bolsillo de los sindicalistas o en descuentos para hoteles o guardapolvos una vez al año", disparó.

El primero en salir a pegarle fuerte fue Omar Maturano, el titular del gremio La Fraternidad, que directamente lo acusó de "gorila". El concepto lo repitió hoy el secretario de prensa de la Asociación Bancaria, Eduardo Berrozpe.

"Hay que enfrascarlo al ministro de Economía en un pensamiento que odia el modelo sindical argentino. O es gorila o de ultraizquierda", disparó Maturano. "Gracias a Dios los trabajadores somos peronistas, los trabajadores no somos kirchneristas, que no se equivoquen", agregó.

Berrozpe no dudó entre gorila o de ultraizquierda. "Un hombre de su nivel académico no puede caer en la grosería de haber anunciado una medida sin tener en claro cómo era", dijo al criticar su anuncio por Ganancias. "Ahora la ha ido modificando en las últimas horas y no puede hacer la alusión que hizo al tema de la cuota sindical, que quiero aclarar, que está decidida por los afiliados a los sindicatos", indicó en diálogo con La Once Diez.

Luego fue más contundente. "Estuvo hecho un gorila y un inadaptado", lanzó. "Los sindicatos somos una parte esencial de la democracia, y sobre todo en la República Argentina, por eso aportamos a los sindicatos, no por un guardapolvo. Es un gorila", remarcó. "Patinó mal", completó Berrozpe.

Las declaraciones de Kicillof se enmarcan en una mirada muy negativa que suele tener tradicionalmente la izquierda argentina -en la que se formó Kicillof- sobre los grandes sindicatos, a los que consideran una "corporación" más. Con sus críticas a la cuota que se cobra para mantener las organizaciones sindicales, el ministro quedó en evidencia.

Es por eso que los gremialistas le salieron con todo y no casualmente lo acusaron de "gorila" o lo compararon con Cavallo. Con ese discurso, Kicillof dejó además a Cristina en una situación incómoda, teniendo que defender posiciones más propias de los sindicatos que del peronismo.

La bronca con Kicillof es indisimulable hasta en los sindicalistas más oficialistas. Es el caso del ultrakirchnerista Andrés Rodríguez. El titular de UPCN se cuidó de no criticar duramente al Gobierno, pero admitió que los problemas que hay son por las trabas que ponen a las negociaciones.

 "Al no homologar convenios que se firman, indudablemente que sí (están frenando las negociaciones). Hay una responsabilidad también del Poder Ejecutivo", declaró Rodríguez.  "Las paritarias no tienen porqué tener ningún techo ni límite, ni condicionante", advirtió.

Hoy, el funcionario trató de bajarle el tono a la polémica e insistió en que "las paritarias son libres y no tenemos instrumento para ponerle techo", algo que no se sostiene ni siquiera desde las palabras que les transmitió Carlos Tomada a los sindicalistas.