La jueza federal Sandra Arroyo Salgado rebatirá punto por punto la investigación de la fiscal Viviana Fein sobre la muerte de Alberto Nisman, a través de un extenso escrito con sustento en pericias técnicas elaboradas por el cuerpo de peritos privados que la acompañan.

Este cuestionamiento al proceso sumaría la recusación a Fein por una serie de “irregularidades” desde el momento del hallazgo del cuerpo y la recolección de pruebas. Arroyo Salgado, además, planteará la “incompetencia” de la jurisdicción e intentará concretar el traspaso a la justicia federal, por las circunstancias que rodearon la muerte del fiscal del caso Amia.

Arroyo Salgado habría elaborado un detallado informe con las inconsistencias e irregularidades que presentaría la etapa instructoria de la pesquisa. Esta impronta fu supervisada por el médico forense Osvaldo Raffo, y el especialista en criminalística Daniel Salcedo, al mando de los “tecnicismos” que comprometerían Fein.

El trabajo estaría dirigido a marcar una hipótesis de trabajo, hasta ahora inexistente, y demostrar que la muerte de Nisman no se trató de un suicidio sino de un homicidio.

Esta situación colocaría a Fein ante cierta incertidumbre, razón por la que habría advertido en varios medios que “nadie puede garantizar que se haya asegurado la escena del crimen”.

El informe que se presentará ante la fiscalía podría no sólo fundar la recusación de Fein y su posterior apartamiento, sino la remisión de la causa a la órbita de la jurisdicción federal.

El juez que quedaría a cargo en tal circunstancia sería Luis Rodríguez, quien lleva adelante la causa por las amenazas sufridas por Nisman, la propia Arroyo Salgado e incluso el ex espía Antonio “Jaime” Stiuso.

Las diferencias entre Arroyo Salgado y Fein serían abismales, y prometerían dar vuelta la historia de la causa a casi un mes y medio del hecho.

Aquellos que conocen la manera en que trabaja Fein advierten que la fiscal no habría dejado cabos sueltos y que podría plantear delitos conexos entre los investigados e incluso aquellos que dentro del proceso promueven acciones por la trama oculta detrás de la causa Nisman.

Las irregularidades

Entre otras irregularidades, la jueza federal de San Isidro denunciará que efectivos de la Policía Federal habrían borrado huellas del arma entregada por Diego Lagomarsino a Nisman.

La pistola Bersa calibre 22 con la que se produjo la muerte de Nisman habría sido manipulada por oficiales del equipo de la fiscalía de Fein para que no se pudieran detectar determinadas huelas digitales bajo la justificación de que “presentaba sangre”, explicaría la querella en su informe.

"Eso consta en el acta adjuntada en la causa. O sea, los encargados de recolectar las pruebas habrían contaminado todo rastro de ADN que podría haber quedado en el arma", sentenció una fuente a LPO.

Arroyo Salgado mantendría en custodia el acta en la que quedaron registrados estas imprudencias, que serían utilizadas para demostrar el mal desempeño del equipo comandado por la fiscal Fein. Sin embargo, otros culpan a los policías federales, que habrían actuado por “órdenes políticas, antes del arribo de la responsable de la investigación”.

Fuentes consultadas por este medio indicaron que las irregularidades no cesaron allí. "Los policías entraban y salían del baño como si nada. No usaron cubrecalzados ni escalones para no contaminar", reveló uno de los consultados. Uno de los testigos convocados por la Policía Federal confirmó en una entrevista que vio gran cantidad de "pisadas de sangre".

Las inconsistencias en la escena del crimen serán clave para intentar apartar a Fein de la causa y trasladar la tensión a la justicia federal.

A través de su letrado, el defensor público Germán Carlevaro, Arroyo Salgado ya reclamó que tanto Fein como la jueza Fabiana Palmaghini actúen "sin condicionamientos ni temor alguno al juzgamiento indebido, apresurado y equívoco de los funcionarios de otros poderes del Estado, aún cuando los mismos provengan de las Máximas Autoridades de los Poderes Ejecutivos y Legislativos Nacional".

Pero más contundente aún, en otro párrafo de la presentación, la querella incluso sugirió evitar que "actúen bajo una visión sesgada e ignorante del equilibrio".

La jueza federal fue aún más allá y en varias oportunidades, incluso ante el Congreso, le solicitó a Fein que respetara el secreto sumario ya que su actitud ante los medios "perjudica" la investigación.

En tanto, también al presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, le solicitó evitar publicar “cuestiones atinentes a la causa de la muerte de Nisman” en el sitio web de la Corte, el Centro de Información Judicial.

Otras fuentes judiciales creen que la intención de Arroyo Salgado sería encuadrar la cuestión en una guerra de espías de la que ella fue víctima mucho antes del deceso “violento” de su ex marido y padre de sus dos hijas.

Planteada la recusación e incompetencia, deberán intervenir la jueza Palmaghini y la Cámara de Apelaciones de la Cámara del Crimen.