El Banco Central volvió a habilitar la venta de dólares a los importadores, luego de haber bloqueado las operaciones por tres días seguidos durante la semana pasada. Sin embargo, al mismo tiempo endureció ciertas restricciones que estaban vigentes de manera informal.

Este mediodía, funcionarios de la entidad monetaria se reunieron con representantes de la Cámara de Importadores(Cira), a los que les prometieron ir normalizando la situación en el mercado cambiario paulatinamente. 

Luego del encuentro, el BCRA anunció que “la ampliación del abastecimiento de divisas a importadores se concretará de manera gradual, teniendo en cuenta el objetivo de preservación de la estabilidad cambiaria y financiera y el incremento del ingreso de divisas proveniente de liquidaciones por parte de los exportadores”.

De la cumbre participó el presidente de la Cira, Diego Pérez Santisteban,  el gerente general del BCRA, Jorge Rodríguez, y por el titular de la Mesa de Cambios, Juan Basco. En tanto, el titular del Central, Alejandro Vanoli, habló por videoconferencia, ya que se encuentra en una cumbre del G20 en Turquía.

De acuerdo a fuentes del mercado, hoy sólo se autorizó el pago de aquellas sumas que no superaran los 100 mil dólares como máximo por empresa.

En ese sentido, el Central redujo el monto de las DJAI que pueden ser tramitadas de forma automática por los bancos de u$s 150 mil a u$s 100 mil. Es decir que todas las operaciones superiores a ese valor deberán ser informadas a la entidad monetaria.

A fines del año pasado el gobierno ya había reducido esa pauta informal de 300 mil a 150 mil dólares.

Por otro lado, el BCRA advirtió que la medida de ampliación de acceso al mercado de cambios será acompañada por la adopción de los “recaudos pertinentes para evitar maniobras especulativas”.

"Por separado, el BCRA profundizará el control sobre la evolución de los anticipos de información sobre operaciones a cancelar que deben transmitir los importadores al BCRA, tras haberse detectado maniobras de fraccionamiento de operaciones en montos inferiores al piso establecido para informar, lo cual impide una adecuada administración de las necesidades en el mercado de cambios", denunció la autoridad monetaria.

El comunicado oficial afirma que "se verificó que algunas empresas solicitaron a bancos locales la apertura de Cartas de Crédito de importación de plazos muy cortos e inusuales en el comercio exterior por montos superiores a las pautas acordadas, con lo cual al cumplirse el plazo de la carta de crédito, los fondos se debitan automáticamente de las cuentas corresponsales del exterior de los bancos locales que actuaron como garantes".

"A los efectos de controlar estas acciones, a partir de hoy los bancos deberán informar al BCRA todas las cartas de crédito que abran, indicando empresa, plazo y monto", estipuló la entidad.

Fuentes del sector explicaron a LPO que estos controles ya podían realizarse de antes por medio del sistema informativo de la Afip y que por lo tanto no explican en nada el freno total del comercio exterior que implementó el Central.

Estas mismas fuentes especularon en que la decisión de hoy de volver a abrir el mercado de cambios para los importadores se debió a la inminente visita del flamante canciller de Brasil Mauro Vieira y del nuevo ministro de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, Armando Monteiro, en la segunda quincena de marzo.

Es que, de acuerdo a cálculos que hacen los privados, hay una deuda “flotante” de los importadores con sus proveedores de compras realizadas pero no pagadas, por más de U$S5500 millones. De esa parte, más de U$S2000 millones corresponderían a industriales brasileños que venden a la Argentina bienes de capital.

De ahí la "incomodidad" con nuestro país que blanqueó Monteiro, en un reportaje concedido a La Nación.

Por otro lado, un analista consideró que las trabas se produjeron porque el swap con China aún no llegó a las arcas del Central y en el gobierno esperaban una mayor liquidación por parte de los exportadores.

“Aprovecharon que la agenda pasa por otro lado para cerrar todas las operaciones. Pero tuvieron que volver a abrir el grifo por la presión de los empresarios”, reflexionaba esta fuente.