Mauricio Macri no se bancó otro desplante de Gabriela Michetti. Lejos de los paños fríos que salió a poner ayer a la interna del PRO por las candidaturas del año próximo, hoy el jefe de Gobierno salió a jugar muy fuerte contra la senadora y blanqueó su deseo de que Horacio Rodríguez Larreta sea su sucesor en la Ciudad.

"Para la Ciudad hay unas PASO con varios candidatos: Horacio, (Cristian) Ritondo, (Diego) Santilli y Gabriela, que está en confirmación", arrancó Macri cuando le consultaron en América sobre la sucesión en 2015, siempre evitando referirse al desplante de Michetti.

Pero enseguida le mandó un mensaje contundente a su ex compañera de fórmula. "Horacio es el que viene trabajando en la gestión y es tal vez el que más conoce la Ciudad", lanzó Macri, que atinó a aclarar que "tiene que ser el preferido de la gente".

Las declaraciones de Macri no hacen más que hacer público algo que en privado se sabía desde hace meses: el preferido del jefe de Gobierno es Larreta. Como reveló LPO, ese también es el deseo de la mesa chica del PRO y el dato más relevante al respecto es que toda la estructura del gobierno porteño está puesta al servicio de su candidatura.

Otro dato clave para confirmar la preferencia es que Macri armó el esquema electoral que prefería el jefe de Gabinete. La semana pasada el líder del PRO desdobló las elecciones porteñas, en una jugada que no hizo más que apurar a Michetti a definir si aceptaba o no la candidatura a vicepresidenta.

Al mismo tiempo, en el entorno de Larreta consideraban que el desdoblamiento favorecía a su estrategia porque la discusión electoral se centraría únicamente en la Ciudad, y no se mezclaría con lo nacional. En ese contexto, el PRO tiene amplia ventaja y el candidato más asociado con la gestión porteña es Larreta. Además, creen que la senadora no tendrá tiempo de armar su propia estructura para disputar la interna.

El anunció aceleró la discusión y se esperaba que Macri y Michetti se juntaran el fin de semana. La senadora hizo saber entonces que no aceptaría el ofrecimiento y se inclinaría por la jefatura de Gobierno. Ante el casi seguro desplante, el líder del PRO postergó el encuentro y también la definición.

"No hay apuro para tomar una decisión. Estas cosas se debaten, no son cosas que se deciden de un día para el otro", trató de calmar Macri, aunque en su entorno ya no ocultaban su fastidio por las "mezquindades personales" de Michetti.

Ayer, el intento de Macri por postergar la definición generó diferentes lecturas. Por un lado, se leyó como una maniobra para seguir intentando convencer a Michetti, mientras que por otro lado se creyó que el verdadero propósito del ex presidente de Boca fue evitar otro desplante de su ex compañera, que ya rechazó el año pasado competir en la Provincia de Buenos Aires.

Lo cierto es que desde el PRO venían avisando que esta vez Macri no aceptaría livianamente un nuevo rechazo de Michetti. Las contundentes declaraciones de hoy sobre su preferencia por Larreta confirman esa presunción y vuelven a poner a Michetti en la encrucijada de aceptar la vicepresidencia o enfrentarse a su jefe político.