El plan del Gobierno para conseguir dos mil millones de dólares antes de fin de año con la licitación de las frecuencias de 4G está a cerca de fracasar, como adelantó LPO el mes pasado. Es que las operadoras tienen serias complicaciones para cumplir con la exigencia de traer los dólares del exterior y ya reclaman que les permitan pagar en pesos al precio oficial.

Ayer, la Secretaría de Comunicaciones que comanda el camporista Norberto Berner precalificó a las empresas Personal, Movistar, Claro y Arlink (del grupo Vila-Manzano) para que continúen con las etapas de la licitación. Es decir que las cuatro firmas cumplen con las exigencias requeridas en el pliego y están habilitadas para participar el próximo 31 de octubre en la subasta del espectro 4G.

Para cumplir ese paso, las operadoras deberán pagar 500 millones de dólares cada una. El problema es que, desesperado por conseguir dólares, el Gobierno exige que ese monto sea pagado en efectivo con billetes aportados por las casas matrices en el exterior o bonos en dólares a pagar como máximo en 2015.

El único objetivo del Gobierno era hacerse de 2 mil millones de dólares que serían claves para engrosar las reservas y tratar de mantener estabilizada la economía. Ese monto forma parte de un plan de Axel Kicillof y Alejandro Vanoli para conseguir unos 9 mil millones antes de fin de año, sumando la liquidación de las cerealeras y préstamos de organismos multilaterales.

LPO había adelantado que las firmas estaban tratando de negociar con sus casas matrices el desembolso de los dólares, aunque el panorama era complejo, sobre todo teniendo en cuenta que esas empresas tienen en el país millones de pesos de ganancias que no pueden girar al exterior por las trabas del Gobierno.

Ahora, el diario El Cronista reveló que las operadoras ya le están exigiendo al Gobierno que revierta esa exigencia. El primer paso lo dio Movistar, que a través de su apoderado Gustavo Marcos envió una nota a la Secretaría de Comunicaciones exigiendo pagar en pesos al tipo de cambio oficial.

En el escrito, el ejecutivo hace referencia a una serie de seis puntos que Movistar considera como necesarios para el proceso y sostiene que la oferta económica "que resultare adjudicada podrá pagarse en su equivalente en pesos, según el tipo de cambio oficial del día anterior a la fecha de pago que publique el Banco Nación".

El medio agrega que también Personal, Claro y Arlink pretenden seguir el mismo camino que la operadora de Telefónica y hacer frente a los gastos en pesos, debido a la imposibilidad de conseguir dólares en el mercado oficial y a la desconfianza de las casas matrices para meterse en proyectos de esta magnitud en momentos de incertidumbre económica.

Clarín, que intentó presentarse en la licitación a través de Cablevisión, se bajó precisamente por este motivo. El grupo impugnó el proceso y argumentó que esa exigencia es imposible de cumplir para las empresas nacionales. La duda en el mercado es cómo ahora el grupo Vila-Manzano para conseguir los 500 millones de dólares, y se sospecha de un acuerdo con el Gobierno para pagar en pesos.

Las restricciones a las importaciones es el otro punto que hace dudar a los empresarios. Es que ante la falta de dólares, creen que el Gobierno terminará trabando las compras que necesitarán para empezar a construir la infraestructura necesaria. De hecho, actualmente tienen equipos para mejorar las redes que no tienen autorización del Ministerio de Economía para ser ingresados al país.