El juez de la Corte Suprema, Raúl Eugenio Zaffaroni, fue el único juez que falló a favor de los abusadores de Paula, una mujer que como reveló Clarín, persiguió durante 13 años a un empresario que la violó cuando era menor de edad.

Según publicó Clarín, cuando “Paula” era sólo una nena, sus padres permitían que abusaran de ella a cambio de dinero. A los 14, la entregaron para que otros la prostituyeran en departamentos de la Capital, hasta que se animó a contar su situación en el colegio.

La lucha de Paula empezó hace 13 años, cuando logró liberarse de los proxenetas, y que tuvo uno de sus capítulos finales este miércoles, el día en que condujo a la Policía hasta un empresario condenado por haber pagado para abusarla y que se encontraba prófugo.

“Yo no podía permitir que se salieran con la suya”, le dijo Paula a Clarín. La parte judicial de su batalla tuvo un punto inédito en 2005, cuando la Justicia autorizó su pedido de querellar a sus propios padres. La causa los incluyó a ambos, a los dos proxenetas que alquilaban los departamentos donde la explotaban sexualmente (en Uruguay 459 y en Gallo 1527) y al empresario que cayó el miércoles: Alberto Pampín, un “cliente especial”, propietario de una gigantesca empresa de iluminación de eventos

Los padres fueron presos, pero los tres hombres lograron esperar en libertad la confirmación de las condenas en 2013 con un fallo de la Corte. En ese fallo, el único voto en disidencia fue de Zaffaroni. Pero los proxenetas y Pampín no se presentaron; Valdéz sigue prófugo, a Peña lo arrestaron este año y al empresario lo halló Paula.

En el “caso Tiraboschi" Zaffaroni tuvo también una postura controvertida: afirmó que el sexo oral que el portero de un edificio obligó a realizar a una niña de 7 años no constituía violación porque no era una forma de acceder carnalmente a la víctima.

En ese caso, el juez aseguró además que “si hay oscuridad no hay abuso sexual” y determinó como un atenuante el hecho de que el portero hubiera forzado a la niña con la luz apagada.

Zaffaroni fue denunciado en 2011 por ser el dueño de seis departamentos en los que funcionaban prostíbulos.