El Banco HSBC, que esta mañana sorprendió al pedirles a los clientes locales una autorización para abrir sus cajas de seguridad, sumó así un nuevo escándalo a un triste récord de denuncias de lavado de dinero proveniente del narcotráfico que estalló en Estados Unidos y dejó las huellas en toda Latinoamérica.
El primer golpe grande de este banco Sino-Británico que en la argentina dirige el mediático Gabriel Martino -un afecto a las fiestas fastuosas en Punta del Este y las fotos con famosos-, se produjo en Estados Unidos en diciembre de 2012, cuando aceptó pagar $1.900 millones de dólares en multas y otras sanciones a las autoridades federales para detener una investigación sobre lavado de dinero por más de $800 millones para el sanguinario Cártel de Sinaloa y otros narcotraficantes de México y Colombia.
Esta operación fue descubierta por la Agencia Antidrogas (DEA) y el Senado de Estados Unidos, que detectaron una transferencia a ese país del Banco más grande Europa por 7 mil millones de pesos, que habrían sido destinados al narcotráfico. Con la cuantiosa suma de 1900 millones de dólares, los directivos del HSBC evitaron que la investigación continuara.
“El HSBC acepta la responsabilidad por errores del pasado. Antes dijimos estar profundamente apenados y lo decimos de nuevo. Nuestra institución financiera es hoy muy distinta a la que cometió esos errores”, fue el extraño descargo de Stuart Gulliver, presidente ejecutivo del Banco.
En Argentina su historial no es mucho mejor: la Unidad de Información Financiera, dirigida por José “Pepe” Sbatella, le aplicó multas por 100 millones de pesos por operaciones vinculadas a lavado de dinero. De hecho, el HSBC tiene el dudoso honor de ser el banco con más multas por lavado en la historia de la Argentina.
Nada temeroso de la justicia argentina, Gabriel Martino apeló ante la Cámara Nacional en lo Contencioso Administrativo y Federal.Pero la sanción marcó un punto álgido en una cada vez más tensa relación entre el Gobierno y el HSBC.
Otro recordado escándalo fue cuando el jefe de la AFIP, Ricardo Echegaray, los denunció por maniobras fraudulentas con los impuestos y le pidió publicamente a Martino que dejara de "acosarlo" en cocteles públicos, como uno celebrado por la Embajada de China.
El último cruce fue en enero, cuando Axel Kicillof denunció a la entidad de realizar maniobras especulativas para impulsar la devaluación del 21 de enero.
Según el ministro, las autoridades del Banco compraron dólares en connivencia con Shell a un precio por encima del oficial y así lograron la mayor devaluación en 12 años, que llevó la divisa estadounidense por encima de los 8 pesos.
Curioso, porque debido al cepo cambiario la compra de dólares no es libre, sino que debe ser autorizada por el Banco Central.
La versión de Kicillof fue tomada por la Procuradoría de Criminalidad Económica y lavado de Activos (Procelac) para hacer una denuncia que abarcó también al Citibank, el BBVA Francés, el BNP Paribas y JP Morgan.
Causalidad o no, el HSBC, el JP Morgan y el Citibank son ahora los más interesados en una operación que permita cancelar el conflicto con los fondos buitres. El Gobierno se viene apartando de esa historia.
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