Cristina le declaró la guerra a los gobernadores petroleros. Hoy la presidenta anunció la renegociación de la deuda que mantienen las provincias con la nación, en un acuerdo que incluyó a 13 distritos, menos a Río Negro, Neuquén, Mendoza y Chubut.
Tal como había adelantado LPO, Cristina había amenazado a los mandatarios provinciales con ahogarlos económicamente si no votaban la nueva ley de Hidrocarburos que impulsa el CEO de YPF, Miguel Galuccio. Una de las primeras medidas iba a ser cortarles los fondos para obra pública.
Estos cuatro distritos petroleros que ahora fueron excluidos habían participado de la última refinanciación hace tan sólo un par de meses, pero la dura disputa que se desató con la Casa Rosada se hizo sentir en el nuevo arreglo. La refinanciación de las deudas representa un alivio financiero para la mayoría de las provincias, tanto por las restricciones de acceso al mercado de capitales como por el aumento del gasto de sus administraciones. Por ejemplo, el gobernador de Jujuy, Eduardo Fellner, admitió que si la presidenta no les concedía el perdón iba a ser incapaz de seguir pagando los sueldos.
El proyecto de ley que quiere sancionar Galuccio despertó la resistencia de Paco Pérez, Martín Buzzi, Jorge Sapag y Alberto Weretilneck, porque le pone un techo a las regalías del 12% y del 3% a los ingresos brutos. Además, les prohíbe asociarse con las petroleras privadas y cobrar sellos, lo que implica una importante pérdida de recursos para las cajas provinciales.
Para Cristina, si Galuccio no puede manejar a gusto las inversiones no hay soberanía energética posible.
Fuentes del gobierno comentaron a LPO que la presidenta está dispuesta a sancionar la ley en el segundo semestre con la esperanza de que en el 2015 ya empiecen a llegar inversiones que le permitan dar algo de aire a la economía. Y que está dispuesta a pelearse con quien sea con tal de conseguirla.
Tan es así que en la Rosada ya se refieren a Galuccio como el “Eskenazi de Cristina”.
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Ajo y agua, entonces.