Amado Boudou deberá volver a sentarse en el estrado principal del Senado el 30 de julio, cuando Jorge Capitanich tiene previsto brindar el informe de gestión.

Estaba previsto que lo hiciera el próximo miércoles, pero la sesión de apuro de hoy y las vacaciones de invierno la postergaron.

En el Senado reinaba la incertidumbre sobre el futuro del vicepresidente. Desautorizado por su propio bloque, hoy se tuvo que ausentar para evitar un destrato que complicara la sesión y la aprobación del proyecto que garantiza las inversiones extranjeras en el país.

“Esto se lo piden también desde su propio bloque. Algo vamos a tener que hacer, porque lo que demostramos es que el Senado funciona, pero sin Boudou sentado”, dijo al salir de la sesión Luis Juez, que ya anunció que se irá del recinto cuando el vicepresidente aparezca.

La UCR no coincide: prefiere recordarle en la cara que está procesado y que lo mejor sería tomarse una licencia. La situación es incómoda porque, por reglamento, Boudou no puede responder cuando preside una sesión.

Lo soportó el día que se estatizó la ex ciccone Calcográfica, cuando la oposición habló de su causa y él sólo pudo responder con seriedad.

Diputados también se complica

Cristina Kirchner empujó para que el Senado aprobara hoy la ley que declara la inmunidad de los fondos extranjeros en el país, como gesto a Rusia y China, con intenciones de invertir en el país.

Lo cierto es que el paso final sería la aprobación de la Cámara de Diputados, donde no será fácil que la oposición no hable de Boudou.

Es que todos los bloques reclaman que en el recinto se traten los dictámenes de la comisión de juicio político sobre los pedidos para llevar al banquillo al vicepresidente.

El kirchnerismo no quiere saber nada con dar ese paso y está dispuesto a convocar todas sesiones especiales. Pero no controlará a la oposición cada vez que le dé la palabra y exija que todos los diputados defiendan a Boudou con su voto. Hasta ahora, no está programada una sesión en la Cámara baja.