El Gobierno volvió a cometer una jugada arriesgada en medio de las negociaciones con los fondos buitre. El ministro de Economía Axel Kicillof anunció hoy que los abogados de la Argentina presentarán un escrito en inglés ante el juez federal neoyorkino Thomas Griesa para pedirle que vuelva a implementar el “stay” y de esta manera el país pueda seguir pagando regularmente a los bonistas que entraron al canje.
El titular del Palacio de Hacienda manifestó que “consideramos esencial que Griesa otorgue una medida suspensiva para que la Argentina pueda continuar pagando normalmente a los bonistas que aceptaron los canjes”. De esta manera, Kicillof le reclamó al magistrado que suspenda su sentencia -ratificada por la Corte Suprema de Estados Unidos- que obliga al país a pagarle a los fondos NML y Aurelius la totalidad de lo adeudado.
El 30 de junio la Argentina enfrenta un vencimiento del bono Discount de u$s 900 millones de los cuales u$s 228 millones deben pagarse en Nueva York, de manera que si en ese momento está operativa la sentencia de Griesa, parte de los fondos destinados a los tenedores de bonos quedarían embargados por NML y Aurelius y el país entraría en default.
En el mercado la reacción ante la conferencia de Kicillof fue agridulce. Por un lado se vio a un ministro más dócil, dispuesto a pagar, pidiendo, no exigiendo ni desafiando. Pero por otro lado hace días que especialistas en estos asuntos le recomiendan a la Casa Rosada sacar el tema del plano mediático y concentrarse en las negociaciones cara a cara, que de por sí tienen una considerable complejidad técnica importante.
Por eso, esta nueva conferencia de prensa se vio como otra expresión de las marchas y contramarchas que exhibió el kirchnerismo desde que se conoció el fallo de la Corte.
Convocar a los medios para anunciar el envío al juzgado de un reclamo, antes de presentarlo en el tribunal podría ser leído por Griesa como un intento de presión. Y la historia reciente confirma que no es una buena vía para lidiar con este magistrado. De hecho, al otro día del discurso de la Presidenta por cadena nacional en la que lo crítico puntualmente y afirmó que estaban "extorsionando" a la Argentina, la Cámara de Apelaciones de Nueva York contestó levantando el "stay" que ahora el Gobierno le pide a Griesa que reponga.
Otro ejemplo del fracaso de esta táctica fue la fallida solicitada en el Wall Street Journal, un día después de que Cristina diera un giro con un discurso conciliador en Rosario. En ese texto, el gobierno pedía "condiciones de negociación" pero volvía a quejarse de que "no lo dejan" pagar sus deudas, además de ponerle números elevadísimos a eventuales reclamos futuros.
La sensación en el mercado es que con esta profusión de declaraciones públicas, comunicados y solicitadas el Gobierno está aportando elementos para futuras demandas.
El ex presidente del Banco Central Martín Redrado ya lo había advertido justo antes de que Kicillof hiciera el anuncio de esta tarde. "Hablar por la televisión no lleva a ninguna solución. Al contrario, las cosas se han ido complicando más desde que se empieza a negociar a través de los medios de comunicación", explicó Redrado en diálogo con radio Nacional Rock.
Para el economista del Frente Renovador, "en lugar de ir marcha y contramarcha, respuesta con respuesta en los medios, hay que negociar allí, con una clara visión que no hay que darle ningún tipo de ventaja a los fondos buitres".
"No hay que poner las alternativas de negociación por televisión sino en mesas de negociación y luego explicarlas al público: esto de negociar por la televisión le quita posibilidades al propio gobierno", agregó el ex titular del BCRA.
Sin embargo, Kicillof volvió a optar por ir comunicando toda su estrategia en conferencias de prensa y anuncios. El interrogante que surge es si se trata de mera impericia, o si en realidad la cuestión de fondo son internas dentro del gabinete y que estas apariciones públicas son usadas por los funcionarios para lanzarse mensajes entre ellos.
En cierta forma estas fracturas quedaron expuestas durante la reunión que la primera línea del Gobierno mantuvo la semana pasada con los líderes de las bancadas del Congreso, donde Zannini tuvo que corregir en público una declaración desafortunada de Kicillof, que en esta crisis dejó en evidencia su notable desconocimiento de aspectos elementales del derecho.
La otra posibilidad para tanto discurso público es que el kirchnerismo no se resigne a reescribir el “relato” sobre el desendeudamiento de la última década, que entre los acuerdos con el Ciadi, Repsol, el Club de París y los holdouts parece haber quedado enterrado por el propio peso de la realidad.
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- 223/06/1418:06Redrado tiene 100% razón, este Kici es un tonto que no sabe leer ni mentes ni costumbres ni hechos. El Juez no otorgará el stay de ninguna manera y menos de esta forma. El Juez se negará dado que ya invito a negociar. Para hacerlo como pide Kici el tiempo pasó, debian haberlo hecho antes. Kici debe entender que no trata con latino, trata con anglosaxons. Si no lo entiende, bueno, que se vaya de embajador.
- 123/06/1416:02Todos saben que si hay alguien equilibrado y con experiencia en los mercados mundiales ese es nuestro ministro de Economía; todos los respetan en el mundo y lo admiran. Y la decisión fue acertada. El juez se verá presionado y sabrá que con Argentina no se juega; y menos con Cristina. O nos dan condiciones justas o pierden todos.El gobierno no pierde; las últimas encuestas muestran el crecimiento en el apoyo popular por la nacionalización de la campaña contra los buitres; y las cruzadas nacionales galbanizan al gobierno en su último tramo, para cambiar un final decoroso por una consagración, tras la cual los que vengan deberán pagar. VAMOS POR TODO. CRISTINA ETERNA BOUDOU MAS QUE SUBLIME
En la nota elevada al juez neoyorkino Thomas Griesa pidiendole que reponga el amparo, el Gobierno desandó sus numerosas invectivas contra el magistrado y asumió un tono contrito.
La nota comienza subrayando que la Argentina "tiene la voluntad de negociar de buena fe", una manera de contestar a la indignación del juez cuando interpretó que el fallido intento de Economía de cambiar la jurisdicción de pago de los bonos a Buenos Aires era una jugada para evadir el cumplimiento de su sentencia y configuraba la "mala fe" del país en el proceso.
"La República Argentina respetuosamente solicita una medida suspensiva ('stay') de los Amended Injunctions (medidas cautelares) que le permita entablar conversaciones con los demandantes en un plazo de tiempo razonable para este tipo de negociaciones", dice el párrafo inicial de la presentación, que el ministro Kicillof leyó aplicado.
El texto señala los entendimientos alcanzados con la empresa Repsol, en el CIADI y con el Club de París, como prueba de que el Gobierno argentino pretende alcanzar un acuerdo.
"Argentina quiere salir de los litigios que han cargado sobre ella y sobre las Cortes. Por ello, respetuosamente solicita un stay de su Señoría. Un stay proporcionaría un resguardo (un 'paraguas legal') para que las negociaciones tengan lugar considerando las complejidades legales y financieras inherentes al proceso", se insiste en la presentación a Griesa.
Asimismo, se reitera que la Argentina no está en condiciones de pagarle "a todos los acreedores el total de capital e intereses cuando realiza un pago de intereses sobre su deuda reestructurada" y agrega que el país "no puede ignorar la cláusula de Derechos Sobre Ofertas Futuras (RUFO)" que obligaría a pagarle al resto de los bonistas en la misma proporción que a los hodouts, algo de cumplimiento imposible.
"Por lo tanto, Argentina se encuentra comprometida a entablar un diálogo con los demandantes que pueda llevar a la resolución de este litigio en tanto y en cuanto se den las condiciones propicias para que la negociación contemple los intereses del 100% de los acreedores", concluye la nota.