La histórica crecida que viene registrando en los últimos días el río Paraná en las diversas zonas productivas de las provincias de Misiones, Corrientes, Santa Fe y Entre Ríos comenzó a poner en riesgo a millones de cabezas de ganado.
El dato no es menor: el kirchnerismo tuvo un gran festejo interno cuando se conocieron los últimos datos del Ministerio de Agricultura que muestran que por tercer año consecutivo creció el stock ganadero (se estima que en la actualidad hay 51,6 millones de cabezas).
“Con una diferencia de 650.147 cabezas entre marzo de 2013 y marzo de 2014, la ganadería sigue su tendencia alcista”, dijo Jorge Dillon, ignorando, claro está, la debacle del período 2006/2010 cuando se liquidaron más de 10 millones de cabezas (hasta 2008 había más de 58 millones).
La cuestión es que actualmente, según proyecciones privadas a las que accedió La Política Online, por la crecida del Paraná más de 3 millones de animales se encuentran en peligro en las zonas más comprometidas cercanas a la costa del río.
En Entre Ríos, por ejemplo, los productores con mayor espalda financiera ya pudieron realizar en tiempo y forma los trabajos de traslado de parte de la hacienda en barcazas hacia regiones más altas y seguras.
“Más de 40.000 cabezas ya fueron trasladadas, pero hay otras miles que no pudieron ser removidas debido a la imposibilidad de los productores de afrontar los costos del operativo”, comentó Martín Spada, director de Federación Agraria (FAA).
“Necesitamos un plan de contención nacional porque de lo contrario iremos a la desaparición de más productores y nuevamente a la caída del stock”, advirtió Spada, y agregó que “todo esto empeora la crítica situación de los ganaderos que sufren las políticas oficiales”.
En este escenario, lo concreto es que en el sector se estima que en el corto plazo los precios de la hacienda en el Mercado de Liniers registren bajas pronunciadas dado que una gran cantidad de animales se volcarían a la venta en los próximos días.
En este sentido, según dijeron técnicos ganaderos a este medio, las opciones para poder afrontar la crecida del Paraná son básicamente dos: o recurrir a un corral de engorde (feedlot) o bien a vender -a cualquier precio- la hacienda retirada de las zonas afectadas.
Justamente, autoridades de la Cámara Argentina de Feedlots informaron este jueves que en los últimos días aumentaron de manera notable los pedidos de los productores para alojar la hacienda hasta que bajen las aguas del Paraná.
En tanto, la situación es tan grave en el Litoral que en Buenos Aires ya tomaron recaudos. El Ministerio de Asuntos Agrarios advirtió a los ganaderos de islas del Delta de Baradero, Campana, Ramallo, San Nicolás, San Pedro y Zárate extremar la atención respecto a la crecida de los ríos.
La cartera del campo bonaerense recomendó “prever el movimiento de hacienda desde las islas al territorio”, “no demorarse en remitir a faena a los animales terminados”, y “coordinar el uso de las balsas con tiempo para evitar el exceso de demanda”.
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