“Muy conforme”. Así se describió Paco Pérez este martes, tras la reunión de ayer en Olivos con Cristina Kirchner, Miguel Galuccio y los otros nueve gobernadores de provincias petroleras nucleados en la Ofephi.
En una vuelta de campana brutal y sin sonrojarse, el mendocino afirmó hoy que la nueva ley para regular la explotación de petróleo y gas no convencionales que elaboró Galuccio con el respaldo pleno de Cristina: “es beneficiosa para Mendoza”.
En rigor, Paco Pérez no hizo sino transparentar la notable rendición que los gobernadores petroleros consumaron ayer en Olivos, temerosos de que Cristina avanzara con alguna de sus conocidas medidas unilaterales, si seguían tensando la cuerda.
Paco venía de insultar a directivos de YPF en una frustrada licitación petrolera en Mendoza y en los días previos a la reunión en Olivos, trabajó intensamente para acordar con el neuquino Jorge Sapag –que tiene en su territorio el grueso del megayacimiento de Vaca Muerta-, la resistencia a la ley de Galuccio.
Ahora, se limitó a decir que en la próxima reunión prevista para el lunes 16 para terminar de cerrar la nueva ley, pondrá “a consideración” algunas modificaciones. Una manera de salvar la ropa.
Las modificaciones que propuso Galuccio primero a la ley de hidrocarburos (17.319, de 1967) y la conversión del decreto 929/2013 en ley nacional, incluyen un tema medular: Eliminan el “acarreo”, un monto que le cobran las empresas provinciales a las compañías petroleras que exploran en territorio mendocino y que según el CEO de YPF vuelven anti económicas las inversiones multimillonarias que se necesitan para que Argentina recupere el autoabastecimiento.
Este punto fue el que desató la guerra fría entre Paco y Galuccio hace tres semanas, ya que el CEO de la petrolera estatal retiró a YPF de una licitación de 8 áreas secundarias el 15 de mayo pasado, porque entendió que el “acarreo” que imponía el gobernador para financiar la empresa provincial, aumentaba entre 15 y 20% más el costo de exploración, volviéndola inviable.
El nuevo esquema plantea que en lugar del acarreo el Gobierno pide licitaciones competitivas y quiere que las provincias perciban un canon al estilo del acuerdo YPF-Chevrón. Esto significa que reciben un canon al momento de invertir y en vez de cobrarlo lo colocan como parte de la inversión.
Hasta ahora las provincias con sus empresas provinciales aplican el sistema de acarrero, que consiste en cobrar un porcentaje (carryn) de la inversión ni bien se realiza y supuestamente lo devuelven cuando comienza la producción.
Este sistema aplica Neuquén con muchas áreas concedidas y fue el que pidió Paco Pérez en su última licitación y provocó el retiro de YPF. Es que las empresas provinciales se hacen de fondos frescos a cambio de nada y para Galuccio limitan las inversiones.
Resignados, ahora Sapag, Paco y el chubutense Martín Buzzi -que tuvo también declaraciones durísimas- ahora se limitan a rescatar que la Casa Rosada no se metió con "la ley corta”, la norma de 2006 que reglamenta el poder concedente de las provincias sobre las áreas petroleras. Y que le respeten las concesiones que lanzaron hasta ahora, aún bajo el polémico carryn.
No es un tema menor el que se discute y trasciende largamente el horizonte temporal del último mandato de Cristina, que acaso con esta pulseada le esté dejando más ordenado a su sucesor un tema bravo.
Gobernadores dóciles
Luego de la reunión de ayer, paco Pérez casi pareció un vocero de Galuccio. “La idea que se debatió en Olivos es la modificar la ley de hidrocarburos, adaptarla a la realidad nacional y de las provincias, e incentivar la inversión, ya que después del acuerdo con el Club de París, hay mucho interés de invertir la actividad gasífera y petrolera en el país y la provincia”, explicó graficando un mundo angelical.
A cambio de tanta disciplina, adelantó que pedirá beneficios similares para el crudo pesado que se obtiene en Mendoza, similares a los que el Gobierno pretende darle a la explotación del shale (petróleo y gas no convencional). Dijo que pedirá contemplar en el proyecto de ley al “crudo residual que es súper pesado y tiene costos de extracción similares a los del shale”.
Pérez destacó además que el acuerdo incluye una horizontalización de las regalías. “Se ratifican las regalías de una mejor forma porque en las últimas licitaciones que ha hecho Chubut, Neuquén y Mendoza, las regalías están por ley al 12% y se ha agregado 3% que se llama ‘canon extraordinario’. La idea es modificar eso y establecer 15% de regalías para todas las provincias en los mismos términos”, explicó.
El proyecto se volverá a debatir el lunes 16, en el Ministerio de Planificación Federal, esta vez con Galuccio y Julio de Vido.
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Según lo acordado ayer en la Quinta de Olivos entre la Presidenta y los gobernadores petroleros, los principales puntos de consenso son:
Las provincias renuncian a imponer el denominado "acarreo".
Las empresas interesadas en exploración recibirán una disminución a 250 millones de dólares exigencia de inversión inicial.
Beneficios fiscales.
Ampliación del plazo para la explotación (de 25 a 35 años con posibilidad de extenderlo por 10 más).
Quita de retención de la explotación de hasta 20%.
Exenciones en el ingreso de equipamiento importado.
Incorporación del concepto de Responsabilidad Social Empresaria.
Las provincias podrán continuar con sus propias licitaciones.
Se impondrán parámetros mínimos medioambientales (tratamiento de efluente y no utilización de agua potable).