A medida que pasan los días, la lista con las víctimas de los oscuros días de saqueos y enfrentamientos en Tucumán de la semana pasada, sigue creciendo.

Pocas horas después de los episodios del 10 y 11 de diciembre, el gobierno de José Alperovich había informado que los fallecidos eran 4. Sin embargo, la lista se estiró ayer a 6 víctimas fatales aunque en la provincia circulan versiones que sostienen que los fallecidos habrían sido muchos más.

A través de un comunicado, el Ministerio de Salud señaló que fallecieron dos adolescentes en el hospital Padilla, uno por un accidente de moto y otro por impacto de arma de fuego en la cabeza.

En el hospital Centro de Salud, fallecieron, el martes 10, J.C. (33) “por herida de arma de fuego en la región torácica abdominal” y, el viernes 13, G.M. (45) “por una sepsis causada por una herida de arma de fuego en pierna izquierda y fractura expuesta en pierna derecha”.

De acuerdo con el informe, a estas cuatro víctimas fatales hay que sumar otras dos. Una de ellas, D.H. (24), murió el jueves 12 tras ser operado de un “traumatismo encéfalo-craneano grave” en el Sanatorio Rivadavia, adonde había sido derivado desde el hospital Padilla. La otra, reportada por fuentes policiales, falleció en la calle, según señala el diario Clarín.

Sin embargo, esa lista puede crecer. Otras 6 personas continúan internadas, tres de ellas en grave estado, y el Ministerio le pidió a las clínicas y sanatorios que informe sobre los fallecidos que tuvieron durante los días de caos.

El diario La Gaceta realizó un informe que sostiene que la cantidad de muertos son 8. Pero las versiones sobre más fallecidos siguen corriendo en la Provincia y algunas sostienen que la cifra real rondaría a los 20.

Sucede que muchos de los heridos llegaron a las guardias sin identificaciones y muchas veces llevados por desconocidos. En otros casos, ante la violencia de los familiares, los médicos se negaban a atender a los lastimados.

Según contaron fuentes judiciales a LPO, la noche del miércoles fue la más complicada: en los barrios más alejados del centro de la Capital tucumana hubo enfrentamientos mano a mano de vecinos contra grupos que intentaban saquear las casas.

“Hubo muchos heridos con armas de fuego, la gente se armó, se organizó y se defendió”, señalan las fuentes.

Pero también hubo heridos porque como los grupos que intentaban saquear llegaban a los barrios en moto, los vecinos rociaron con aceite y pintura la mayoría de las esquinas. Como consecuencia hubo varios saqueadores que terminaron en el suelo y luego fueron prácticamente molidos a golpes.

Esas versiones, indican que esos heridos fueron atendidos en los hospitales pero no fueron registrados sus nombres al ingresar: la organización administrativa se hizo imposible ante la emergencia aunque otras voces señalan que la falta de registro fue adrede para no incrementar el número.