Editorial
Las colectoras las inventó Aramburu, no Perón
Por Jorge Raventos
El verdadero creador de las colectoras no fue Perón, sino otro general: Pedro Eugenio Aramburu. En 1963, Aramburu fue candidato a presidente por UDELPA y por el Partido Demócrata Progresista.
El sedicente progresismo que inspira muchas de las decisiones del Gobierno auspicia una llamada lista “colectora” en la provincia de Buenos Aires, que competiría con los candidatos peronistas en los niveles provincial y municipal y postularía para la Presidencia a Cristina Kirchner.

Los jefes territoriales justicialistas ya le habían adelantado al propio Néstor Kirchner, en vísperas de su muerte, el rechazo a esa táctica . Ahora la Presidente anunció que seguirá adelante con aquella política y lanzó a sus voceros a sostenerla. Lanzado a esa tarea, el jefe de gabinete Aníbal Fernández quiso apelar a un argumento de autoridad: “Las primeras colectoras las utilizó el propio Juan Perón en el 73”, afirmó.

Se trata de un doble error.

El antecedente al que alude Fernández es la elección presidencial de septiembre de 1973, cuando Perón fue candidato en dos boletas electorales distintas, la del FREJULI (Frente Justicialista de Liberación Nacional, la alianza de partidos encabezada por el justicialismo) y la del FIP (Frente de Izquierda Popular, partido liderado por Jorge Abelardo Ramos). Obviamente, el FIP no podría haber “anotado” la candidatura de Perón en su boleta a espaldas del interesado.

¿Qué ganaba Perón siendo candidato de otro partido? El viejo General quería contener a quienes decían apoyarlo “desde la izquierda”, pero deseaba que la contención ocurriera fuera de su propio movimiento.

Más importante aún: Perón necesitaba sumar votos. Más que para ganarle a la fórmula radical Balbín-De la Rúa (eso se daba largamente por descontado), para superar el caudal que había logrado en marzo de ese mismo año Héctor Cámpora, electo con el 49,3 por ciento (ante la proscripción que el gobierno militar le había impuesto a Perón). Perón sabía que, a la sombra de Cámpora se había amparado y había ocupado fragmentos del Estado el sector de los montoneros que lo hostigaba (y que, por esos días, planificaba ya el asesinato de José Rucci). Por eso quería dar una gran batalla electoral y abrumar con votos a ese camporismo hostil.

Perón obtuvo el 62 por ciento de los votos y a través de la boleta del FIP se canalizaron cerca de 900.000 sufragios.

Tales los motivos fuertes por los que hubo una boleta de izquierda apoyando a Perón en septiembre de 1973: la clave está en Perón, no sólo (ni principalmente) en Jorge Abelardo Ramos.

Como muchos de aquellos camporistas que fueron derrotados, desplazados y finalmente expulsados de la Plaza por Perón, Aníbal Fernández pretende ahora usar aquel antecedente para avalar la colectora bonaerense del señor Sabbatella.

Se trata de un fraude argumental . Sabbatella busca colgarse de la boleta presidencial justicialista para competir con el peronismo. La boleta del FIP no competía con los peronistas por ningún cargo: los únicos nombres que contenía eran los de Juan Perón y su esposa.

Ponía, no sacaba.

La segunda pifiada de Aníbal Fernández es esta: el verdadero creador de las colectoras à la Sabatella no fue Perón, sino otro general: Pedro Eugenio Aramburu. En 1963, una década antes, Aramburu había sido candidato a presidente por UDELPA y por el Partido Demócrata Progresista Las boletas competían por todos las candidaturas restantes, hasta por la de vicepresidente (Héctor Sandler versus Horacio Thedy).

En 1989, Eduardo Angeloz se postuló en la boleta de la UCR y también en una boleta federalista, donde fue escoltado por la jujeña Cristina Guzmán.

La suerte electoral de ambas experiencias fue negativa: en 1963 Aramburu fue vencido por Arturo Illia y en 1989, Carlos Menem derrotó a las dos boletas de Angeloz sumadas.
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  • 1
    24/02/11
    23:34
    che y en el 46 en que boletas estaba peron? porque recuerdo a cipriano reyes, gay y a un sector del radicalismo metidos en la candidatura de peron
    Responder
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