María Rosa Muiños juró como Defensora del Pueblo de la Ciudad tras ser electa por la Legislatura. Si bien el radicalismo intentó alargar los cargos de los defensores adjuntos, las negociaciones no prosperaron y culminarán su mandato en 2023.

"Me comprometo a encarar este desafío con la misma responsabilidad y compromiso con los que me desempeñé en la Legislatura", sostuvo Muiños, cuyo pliego fue apoyado por el oficialismo y aliados y el Frente de Todos.

"Es un honor sentirme acompañada por Estela de Carlotto y Taty Almeida, dos inmensas mujeres que hace tantos años vienen trabajando por los derechos humanos, por la memoria, la verdad y la justicia. Me emociona pensar en llegar a la Defensoría del Pueblo con su apoyo, porque marcan el rumbo y son ejemplo de lucha desde el diálogo y el amor", había expresado Muiños, al ser recibida en La Plata por la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.

Como explicó LPO Muiños asumirá con 5 años de mandato por delante. El problema es que desde el radicalismo querían que se extiendieran por la misma duración los cargos de Bárbara Bonelli, Arturo Pozzali y Carlos Palmiotti.

Bonelli llegó a Defensoría de la mano de Martín Lousteau, Pozzalli responde a Emiliano Yacobitti y Palmiotti al Tano Angelici. Además el oficialismo tiene otros dos adjuntos: Paula Streger y Silke Arndt.

Hasta 2019 el PJ ostentaba la presidencia y un adjunto en la Defensoría. En marzo de 2019 Alejandro Amor fue votado para un segundo mandato, mientras que Fuks partió en diciembre al Ministerio de Seguridad. A pesar de que el radicalismo contaba con un bloque significativamente más pequeño que el PJ, se quedó con dos adjuntías. En 2019 Angelici se sumó al bloque radical y por eso son 3 los defensores que pertenecen a la UCR.