El juez Lino Mirabelli se impuso a su colega Sandra Arroyo Salgado y se quedó con la causa del "Olivos-gate", la investigación para determinar si Alberto Fernández, Fabiola Yáñez y los invitados al festejo de su cumpleaños incurrieron en un delito al participar de una celebración privada en el momento más estricto de la cuarentena.

La decisión de la Cámara le lleva alivio al gobierno. Más allá de que no hay demasiados datos sobre la posición de Mirabelli, en la Casa Rosada quería evitar a toda costa que el expediente quedara en manos de Arroyo Salgado, ex esposa de Alberto Nisman.

Ambos jueces aseguraban que las denuncias contra el Presidente habían llegado primero a su juzgado, pero el camarista Marcelo Fernández argumentó que la causa debía quedar en manos de Mirabelli porque era el juez de turno cuando la causa pasó del juzgado de Sebastián Casanello en Comodoro Py a San Isidro.

El magistrado ya había pedido varias medidas de prueba para determinar qué protocolos se habían aplicado en la residencia presidencial durante el festejo del cumpleaños de la primera dama. Alberto había ofrecido donar la mitad de su sueldo al Instituto Malbrán para intentar "reparar el daño" que pudo haber causado por su participación en el evento.

Infobae había revelado que cinco de los participantes no tenían ningún certificado y otros tres tenían un certificado para circular que no tenía ninguna validez legal.

Se sabe poco de Mirabelli, pero ya tuvo en su poder dos causas que involucran violaciones de la cuarentena: la más conocida es la del surfer que viajó hasta la Costa Atlántica y fue elevada a juicio oral.

Además intervino en otra causa por lesiones y amenazas contra un profesor de Educación Física que golpeó a un vigilador privado que intentó hacerlo desistir de violar la cuarentena.