La plazoleta Luna de Enfrente se transformó en la huerta urbana de la parrilla Don Julio luego de que el gobierno porteño autorizara el cambio de uso a través de la junta comunal del barrio. "Es completamente ilegal lo que hicieron, el proyecto debería haber pasado por la Legislatura", criticó Jonatan Baldivieso, titular del Observatorio por el Derecho a la Ciudad.

La ONG junto a otras organizaciones denunció penalmente la maniobra y reclaman que en el terreno, ubicado en Soler y Gurruchaga, vuelvan a reponerse los juegos de la plazoleta. En su lugar hay 7 canteros con tierra que albergarán una huerta urbana esponsorizada por Don Julio, que se ocupará de mantener el predio en condiciones durante los próximos 5 años.

Desde el gobierno porteño sostienen que "No debería haber pasado por la Legislatura, el acuerdo que se firmó es una de las potestades que se les dio a las comunas con la descentralización", dijeron a LPO. "Acá no se le cambia el uso, sigue siendo un espacio para los vecinos y el privado no tiene ningún beneficio. El uso y la producción es para los vecinos del barrio. Pueden ir y llevar sus deshechos para compostar, va a ser un espacio de concientización y capacitación", explicaron.

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Don Julio, considerado entre los mejores restaurantes de América Latina, se destaca por la calidad de sus carnes y también porque ocupa las veredas y calles circundantes al local, uno de los más concurridos de la zona. Si bien no se trata de una "privatización" del terreno, le permitirá al restaurante hacer publicidad con la obra.

La Comuna 14, presidida por el dirigente macrista, Martín Cantera firmó el convenio para desarmar la plazoleta de Palermo el 8 de enero pasado con Pablo Jesús Rivero, el dueño de Don Julio. "En la Ciudad no se puede privatizar ni ceder derechos sobre parques plazas o plazoletas o cualquier espacio público a un privado. No se puede cambiar el uso ni el destino", rechazó Baldiviezo.

Cantera fue el presidente de la juventud PRO hasta fines del año pasado y es uno de los ahijados políticos de Maxi Corach, el principal referente oficialista en la Comuna 14.

La Constitución porteña solamente permite este tipo de convenios su antes pasan por la Legislatura, algo que nunca ocurrió. Existen dos caminos: el primero es suscribir el convenio y luego enviarlo al parlamento capitalino para su aprobación.

El otro es directamente redactar un proyecto de ley para que sea tratado en la Legislatura. En ambos casos es necesaria una doble lectura y también audiencias públicas para que los vecinos puedan expresarse.

Baldiviezo asegura estar a favor de las huertas urbanas, pero reclama que la Ciudad incorpore predios para desarrollarlas en lugar de instalarlas en lugares que ya tienen un uso. "No pueden cinco integrantes de una junta comunal y un empresario ponerse de acuerdo para cerrar una plaza. No se puede sacrificar un bien de la población para satisfacer a otro grupo", analizó.