La Cámara de Diputados retornó este martes su actividad en comisiones con una teleconferencia informativa de la ley de etiquetado frontal, aprobada en el Senado en octubre, que obliga a las compañías alimenticias a informar los azúcares y grasas en una figura octogonal y visible al frente del producto. 

Pero tras el cruce entre el propio gabinete presidencial en noviembre, cuando funcionarios de la cancillería rechazaron la ley por considerar que colisionaba con las regulaciones del Mercosur, pese a que los ministerios de Salud, Desarrollo Productivo y Agricultura la habían militado en el Senado. 

Esa disputa, sumada a la resistencia de la industria azucarera tucumana, se reeditó entre los especialistas invitados al plenario coordinado por Cecilia Moreau, presidenta de la Comisión de Legislación General. El plan, según informaron los diputados del Frente de Todos, es realizar otro plenario de comisiones estrictamente informativo y luego apurar un dictamen para sancionar la ley. 

La Cancillería pide no sancionar la ley de etiquetado de alimentos hasta armonizarla con Brasil

El respaldo de la mayoría de Cambiemos garantiza la sanción, por lo que el desafío del oficialismo es su propia interna, que se expresó entre los invitados de este martes. Susana Socolovsky, presidenta de la Asociación Argentina de Tecnólogos Alimentarios, consideró excesivo tomar los parámetros de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para definir los nutrientes críticos y sugirió imitar los de Chile, que son menores. 

"Se termina falsamente computando exceso cuando hay una baja de azucares. El etiquetado frontal busca proveer datos claros y veraces al consumidor; estimular a la industria productora de alimentos y bebidas a reducir los niveles de sodio y azúcares, y sustituir las grasas nocivas por las saludables", sostuvo. 

Le respondió el licenciado Ignacio Porras, de la fundación Sanar, quien pidió no tocar la ley del Senado y sancionarla tal como fue enviada. "El 41% de los chicos de entre 5 y 17 años tiene sobrepeso y la publicidad que se destina a los niños de peor calidad nutricional va destinado a niños. Por eso es importante mantener la regulación de la publicad que tiene el proyecto", desafió y exhibió varios ejemplos de "neuromaketing" en las góndolas. "No hablen de sellos de aval porque muchos son engañoso y no son una regulación de la Anmat".

La resistencia tucumana estuvo representada por la directora de Alimentos del Ministerio de Desarrollo Productivo de Tucumán, Gabriela Marcello. "Nos preocupa el problema del etiquetado frontal y creemos que tiene que tener un abordaje a nivel sanitario y productivo, incluyendo información clara y precisa, pero sin causar temor o confusión".

Uno de los apoyos llegó de la representante de la Unión de la Industria Cárnica Argentina, Mabel Vucko, que manifestó su respaldo a la medida al considerar que "el objetivo es lograr alimentos saludables para una mejor calidad de vida con un rótulo claro y fácil de entender".

Mientras que el presidente del Centro de la Industria Lechera, Ercole Felippa, propuso "corregir el alcance de la norma", al señalar que "debe existir un tratamiento especial para lácteos debido a que los mismos poseen nutrientes intrínsecos no agregados". El debate continuará.