La Organización Mundial del Comercio debatió por primera vez la posibilidad de que los laboratorios propietarios de patentes de la vacuna contra el Covid-19 liberen dichas patentes para que estas sean utilizadas por laboratorios de paÃses menos desarrollados y allà se pueda incrementar la producción mundial de vacunas, un proceso plagado de demoras e inconvenientes en diversos paÃses de Occidente.
Según pudo conocer LPO, la propuesta es fuertemente rechazada por los representantes de Canadá en la OMC, que son secundados por Japón y Gran Bretaña. El representante de Justin Trudeau alega que liberar las patentes es inviable porque el incentivo económico es lo que ha motiva a los laboratorios a desarrollar una vacuna en tiempo récord y a mejorar la producción.
El embajador de Canadá en la OMC es Stephen de Boer, funcionario de lÃnea directa con el primer ministro Trudeau. Desde su despacho parten los esfuerzos para anular cualquier tipo de debate sobre las patentes.
La propuesta fue llevada por Sudáfrica, cuyo Gobierno teme quedar aislado en su propio continente si la vacunación allà se vuelve una quimera.
Los funcionarios mexicanos, que siguen de cerca el acontecer en la OMC, creen que en realidad la negativa rotunda de Trudeau tiene que ver con que Canadá ya ha comprado más vacunas de las necesarias para su propia población y que tras ese esfuerzo, liberar las patentes dejarÃa al primer ministro en una situación polÃtica delicada al interior de su paÃs.
El dato es notable porque Trudeau vuelve a demostrar, una vez más, que existe una gran disonancia entre la imagen que el premier tiene en el mundo y su accionar lejos de los reflectores. México ya lo padeció en las negociaciones del T-MEC.
Estados Unidos y la Unión Europeo también están en contra de liberar las patentes pero sus emisarios en la OMC son más partidarios de hacer ciertas excepciones en casos concretos.
