Tres senadores que se presentaban como indecisos en la ley del aborto anunciaron que votarán a favor y allanaron el camino para que sea ley cuando se vote esta madrugada, según fuentes de los grupos verdes y celestes encargados de recoger voluntades.

Se trata de la radical entrerriana Stella Olalla, la neuquina Lucila Crexell, del interbloque federal; y el salteño oficialista Sergio Leavy, que antes de novedad habían anunciado que podía replantear su voto de 2018, cuando era diputado se opuso a la ley.

Con este trío los verdes estiran la ventaja y hasta podrían alcanzar la cifra mágica de 37 votos, necesaria para alcanzar quórum y votar la ley sin riesgos. Sus rivales, encima, supieron a la medianoche que no votará Carlos Menem, internado en coma inducido. 

Sergio Leavy. 

LPO/ Juan Carlos Casas.

Fue necesario que su hija Zulema confirmara que no participaría, porque hace 10 días había asegurado que se conectaría como sea. Casualidad o no, su anuncio coincidió con la ratificación de los tres votos verdes decisivos.

Olalla era la más esperada, porque se había negado a confirmar una postura, aun cuando en la campaña electoral había señalado que siempre apoyó la despenalización de la mujer que interrumpa un embarazo y por lo tanto no estaba lejos de respaldar esta norma.

"Estamos tratando de reducir las muertes y las consecuencias gravísimas de las mujeres que acuden en la clandestinidad para resolver el problema de los embarazos no deseados. Entendemos que se trata de una cuestión de derechos, que el Estado debe elegir la continuidad de un embarazo o no de acuerdo con la autonomía de la voluntad de la mujer. En definitiva, se conquistaría una nueva causa. Por eso voto esta ley", anunció por teleconferencia.

Le siguió Crexell, desde el recinto y para confirmar que su abstención de hace dos años sería revisada, pese a que nunca le concedieron su idea de llevar la reducción del embarazo de 14 semanas, como dice este proyecto, a las 12 que existe en muchos países. 

"No cambié mis creencias personales, no cambié mi modo de pensar respecto de lo que creo sobre el aborto. Cambié el enfoque: no se trata de feminismo o religión, es una causa silenciosa que mata y escribe historias muy tristes en nuestro país. Los abortos no deberían existir, pero existen. Entonces, ¿Qué es lo que falló? La estrategia punitiva", sentenció, y en ese sentido afirmó que "nada cambió" desde que se rechazó la ley por primera vez.

Stella Olalla. 

Leavy dijo que uno de los motivos que lo hizo cambiar de opinión fue el proyecto de los 1000 días, que acompaña a los embarazos y niños en sus primeros 3 años, cuando las personas gestantes se encuentren en condición de vulnerabilidad. "Es un proyecto completamente anti aborto", lo definió. 

"Hay mujeres que hacen un esfuerzo sobrehumano para ser mamás, pasan por tratamientos y muchas dejan parte de su vida, hacen de todo para ser mamás. Hay otras mujeres que con la misma fuerza, contra viento y marea, deciden no ser madres e interrumpir su embarazo", observó.

"Me di cuenta que esto no se trata de mí, de mis creencias o formación, sino que es algo que le compete a muchas mujeres. He comprendido a las mujeres que deciden abortar. Esta ley no promueve el aborto, solo les da un marco seguro para que no mueran en el intento. No se trata de estar a favor del aborto, se trata de estar a favor de la vida de las mujeres. Si mi voto hace que una mujer no muera por aborto, entonces lo voy a hacer", concluyó.

Las verdes tuvieron otras dos buenas noticias: Alberto Weretilneck  acompañaría con las modificaciones prometidas en la reglamentación y el radical Oscar Castillo votará a favor, pese a que asustó a muchos cuando no firmó el dictamen, pese a que hace 2 años acompañará. Se limitó a insertar su discurso de aquella vez y auguró otro resultado.

El entrerriano Edgardo Kueider, del Frente de Todos, aún no se sumó a la lista de oradores, pero los verdes lo imaginan votando a favor. Tal vez ya no sea necesario y opte por otro camino.