La Comisión de Acuerdos del Senado trató este mediodía otra tanda de pliegos judiciales y se abrió una polémica por un supuesto pacto del Gobierno con Ricardo Recondo, referente de la Asociación de Magistrados y vicepresidente del Consejo de la Magistratura, el organismo encargado de nombrar y sancionar jueces. 

Según el senador de Cambiemos Ernesto Martínez, procedente del Frente Cívico cordobés de Luis Juez, existió "una motivación espuria y sospechosa" en la propuesta de Silvia Mora, la esposa de Recondo, como candidata a jueza de Cámara en el Tribunal Oral 10 de Comodoro Py.

No lo restringió a su parentesco, sino a la edad: tiene 75 años, límite para ser juez de la Nación, pero aun así no renunció a su postulación y la kirchnerista Anabel Fernández Sagasti la incorporó a la orden del día para su tratamiento. "Yo presenté mi candidatura cuando tenía 74", se excusó la jurista.

Poco interesó que, en su última carta, Cristina Kirchner cuestionó a Estela Highton de Nolasco por haber impugnado en la justicia ese límite etario para continuar como jueza de la Corte, con la anuencia del entonces ministro de Justicia Germán Garavano.

"Puede haber sido con complicidad del anterior gobierno, pero no mía, que me presenté para impugnar la resolución, pero no se me dio legitimidad procesal por ser senador", recordó Martínez, que le recriminó a Mora además continuar sin pagar el impuesto a las ganancias, como deben hacer los magistrados nuevos. 

El Consejo de la Magistratura aprobó el retorno de Farah a la Cámara Federal

El encargado de defender a la esposa de Recondo fue Oscar Parrilli. "Creo que echa por tierra que nuestro gobierno pretende apoderase del Poder Judicial, porque claramente Recondo no es un miembro del Consejo de la Magistratura que se haya caracterizado con nuestra representación política, sino todo lo contrario", bromeó.

Recondo es un histórico referente de la lista bordó de la Asociación de Magistrados, cobró fama por sus enfrentamientos con medidas de Cristina cuando era presidente, pero en los últimos meses fue de a ratos un aliado más del oficialismo en la Magistratura. 

Tal es así que votó con los consejeros del Gobierno para lograr el regreso de Eduardo Farah a la Cámara Federal, donde había renunciado, según su versión, tras sufrir  presiones por no haber fallado en contra de Cristóbal López. 

El consejero también avaló el concurso que propuso como camarista a Roberto Boico, abogado de la vicepresidenta Cristina Kirchner en una de sus causas.

Martínez sugirió un pacto y acusó a Recondo y Mora de ser parte de "la endogamia judicial", porque su hija y sus nietos trabajan en la Dirección de Administración Financiera (DAF) de la justicia. "Estas lealtades son efímeras y además se pagan mal. Siempre va a estar la familia judicial y luego, muy lejos la Constitución", advirtió. "Nuestro Gobierno aprobó una democratización de la justicia en la reforma de 2013, pero nunca se aplicó", respondió Parrilli.

Mora, cuyos ascensos previos fueron sin acuerdo del Senado por haber sido nombrada previa a la reforma de 1994, trató de marcar distancia de Recondo. "Esto me duele, yo no soy un apéndice de mi marido, ni de su ideología política, ni de su activad. Soy yo: Silvia mora, con casi 40 años de actuación en la Justicia, sin una sola sanción, desempeñándome, según mi criterio, en forma correcta". 

El jefe del oficialismo José Mayans cerró la reunión de comisión, como acostumbra, pero evitó dar un respaldo seguro a Mora. Su pliego, como todos los tratados esta semana, recién llegarían al recinto en febrero, inclusive el de Alejo Ramos Padilla, candidato a juez electoral de la provincia de Buenos Aires. Queda un tiempo para negociar.