Los supuestos guiños que Bolsonaro ha soltado en beneficio de Lula, luego de acceder a la Presidencia en parte gracias a la prisión del ex presidente que quedó fuera de carrera, son alimento cotidiano para los que cultivan una visión conspirativa del poder. Pero lo cierto es que Lula recuperó la libertad sin que se viera al Presidente muy interesado en impedirlo.
Un deslizamiento que se suma a la amarga ruptura de Bolsonaro con el ex juez Sergio Moro en medio dd denuncias cruzadas de manipulación de la justicia, que contribuyó a la pérdida de brillo del Lava Jato.
Un sector del PT propuso acordar con Bolsonaro y detonó la interna con Lula
El Lava Jato fue la investigación que lideró Moro, que expuso una red de corrupción que atravesaba al Estado, los partidos polÃticos y las principales empresas de Brasil.
El proceso dejó en la cárcel a dirigentes polÃticos de todos los partidos, dueños de empresas multinacionales como Marcelo Odebrecht y generó un rechazo popular al gobierno de Dilma Rousseff que terminó con la entonces presidenta destituida y Lula investigado e inhabilitado. El espÃritu anti corrupción alrededor de la figura del actual presidente fue lo que permitió su llegada al poder y con él, el propio Moro al Ministerio de Justicia y Seguridad cuyo principal logro fue encarcelar a Lula más de 500 dÃas.
Moro supo ganar centralidad, relevancia internacional y un lugar en el sistema de poder, a pesar de las crÃticas de un sector de la justicia respecto a las formas con las que el ex magistrado llevo a adelante el proceso judicial.
Sin embargo, luego de 7 años desde el inicio de las causas, el Lava Jato parece estar entrando en un declive, tanto en el sentir de la opinión pública como el avance de las discusiones en el seno del poder judicial.
Un ejemplo de esto es la decisión del juez de la Corte Suprema, Kassio Nunes Marques, designado por Jair Bolsonaro que tiene el visto bueno del Centrao (el grupo de partidos de derecha que le permiten al presidente tener mayorÃa en el parlamento), que eliminó un extracto de la Ley de Ficha Limpia que determinaba que el perÃodo de 8 años de inelegibilidad comenzaba a ser contado a partir del cumplimiento de la pena.
Ahora, con la decisión de Kassio, la inelegibilidad no puede exceder los ocho años. Antes, si el polÃtico era sentenciado a 5 años, con 8 más inhabilitación, solo podÃa postularse a las elecciones después de 13 años. Con esta reforma, puede disputar la elección después de 8 años, no 13.
La "Ficha Limpia" dice que "los que sean condenados, en sentencia firme o inapelable, desde la condena hasta el vencimiento de 8 (ocho) años después de cumplida la condena" son inelegibles "por diez tipos de delitos, como los contra la vida (homicidio) y la dignidad sexual (violación), contra la economÃa popular, la fe pública, la administración pública (como la corrupción) y la propiedad pública, contra el medio ambiente y la salud pública, blanqueo u ocultación de bienes, derechos y valores".
Kassio eliminó la frase "después de cumplir condena". En la práctica, esto restringe el perÃodo de inelegibilidad. La decisión solo es válida para los procesos de registro para la candidatura a las elecciones de 2020 aún pendientes de consideración, incluso en el ámbito del TSE (Tribunal Superior Electoral) y el STF pero puede sentar un precedente pensando en 2022.
El argumento del juez sostiene que "impedir la calificación de candidatos legÃtimamente elegidos, al mismo tiempo, socava la seguridad jurÃdica inherente al propio proceso electoral, además de provocar la indeseable precariedad de la representación polÃtica relevante para los cargos bajo análisis".
Ley de Ficha Limpia fue sancionada en 2010 por el gobierno de Lula para limpiar la imagen de su gobierno luego del escándalo del Mensalao en 2005. Esta fue la ley que se aplicó en 2018 para suspender la candidatura de Lula tras su prisión por el caso del Triplex de las playas de San Pablo que habrÃa recibido a modo de devolución de favores por la empresa OAS en una supuesta operación de lavado de dinero.
El Centrao, aliado de Bolsonaro y protector de Kassio, más precisamente el Partido Progresista cuyo lÃder en la Cámara Baja es Arthur Lira-candidato de Bolsonaro para presidir la Cámara de Diputados en febrero del 2021- es la fuerza con más acusados en el marco de las investigaciones de Moro. El propio Lira está acusado junto a Aguinaldo Ribeiro (PP-PB), de formar el "escuadrón del PP" para desviar recursos de Petrobras.
Consultado por LPO, el profesor de Derecho Constitucional de la Universidad Federal de Santa Catarina Claudio Ladeira, dijo que "la tesis que afirma Kassio respecto que este dispositivo es inconstitucional es plausible. Esta decisión de Kassio es coherente con su perfil garantista que ya ha demostrado en su anterior desempeño como Juez Federal y su posición crÃtica sobre Lava Jato".
Este punto es muy importante, ya que, la incorporación de Kassio inclinó la mayorÃa del máximo tribunal a favor del ala garantista que cuestiona los métodos de Moro, las declaraciones de los arrepentidos y propone anular muchas de las condenas realizadas por el exministro de Bolsonaro, entre ellas, las de Lula.
"¿Puede favorecer la candidatura de Lula?", preguntó LPO al especialista. "En teorÃa sÃ, especialmente si la Corte decide anular las sentencias condenatorias de Moro, pero eso no es tan simple", respondió.
LPO también habló con una fuente importante dentro del directorio nacional del Partido de los Trabajadores que promueve la candidatura de Lula para 2022 y sostuvo que "esto significa que Moro puede ser juzgado por sus actos y Lula puede recuperar sus derechos, pero no quiere decir que el sea candidato".
Atrás quedaron los tiempos en los que Bolsonaro hacÃa campaña con el lema "Más Brasil y menos Brasilia" en contra de los partidos tradicionales y designada a Moro como el ministro estrella en el combate contra la corrupción.
El discurso cambió, Bolsonaro dio por finalizada la Operación Lava Jato porque considera que en su gobierno no hay corrupción, el vÃnculo con Moro se rompió por completo con denuncias en la justicia y los acusados de ayer son los aliados de hoy para sostenerse sin problemas en el poder. En un giro inesperado de la polÃtica brasileña, el gobierno de Bolsonaro generó las condiciones para la recuperación de la polÃtica tradicional y la posibilidad para que Lula pueda ser candidato.
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