
En el anuncio del contrato con Rusia para vacunar a los argentinos contra coronavirus, el Gobierno dio dos pésimas noticias colaterales: una es que las dosis de Oxford/AstraZeneca no aparecen y otra es que se cayó el acuerdo con la norteamericana Pfizer.
Pfizer que este jueves consiguió una aprobación clave de la FDA de Estados Unidos produjo la primera vacuna que se empezó a aplicar esta semana en el mundo a nivel civil, en Reino Unido, y es hasta el momento la vacuna con mejor "imagen" entre las que ya pidieron autorización para ser aplicadas a lo largo del planeta.
Este jueves, Ginés González GarcÃa confirmó que no se firmará el contrato con Pfizer, pese a que sólo una semana atrás pidió la autorización a Anmat para empezar a vacunar en Argentina.
El ministro de Salud pareció culpar a la empresa norteamericana de la caÃda del contrato. "Hemos pedido a Pfizer con la condicionalidad de que estuviera primera, porque el precio era muy distinto a otros precios, con lo cual naturalmente era la prioridad, por lo que pedimos vacunas para diciembre, enero y febrero. Al principio Pfizer tenÃa posibilidad de entregarnos algunas dosis en diciembre y el resto de los 3 millones que estábamos conversando entre enero y febrero. Lamentablemente, pese a que nos pidieron un resguardo con una ley que sacó el Congreso argentino, todavÃa no hemos podido firmar el contrato como consecuencia no sabemos qué es, pero ellos dicen que es la casa matriz, que esto, lo otro", dijo Ginés.
Alberto reconoce que no está la vacuna de Sigman y Argentina ahora depende de Rusia
"Seguimos conversando pero realmente no hemos podido firmar el contrato pese a la enorme voluntad del Gobierno argentino. No se olviden que Pfizer fue la primera que recibió el propio presidente, cuando Pfizer hizo el ensayo clÃnico, que ya terminó en la Argentina, con 6 mil voluntarios", aseguró el ministro, aunque lógicamente no dio fechas para la eventual llegada de la vacuna norteamericana a suelo argentino.
"Tengo la sospecha de que hay un problema de disponibilidad con lo cual no se animan a firmar el contrato", dijo Ginés. Efectivamente la farmacéutica estadounidense está desbordada de pedidos y ni siquiera está pudiendo garantizar nuevas entregas a EEUU. Por problemas de suministro, el objetivo para 2020 pasó de 100 a 50 millones de dosis.
Pero el problema es que Argentina no cerró el acuerdo meses atrás cuando lo hizo por ejemplo México que se aseguró 34 millones de dosis. El gobierno azteca, a diferencia del argentino, no puso todas sus fichas a Sigman aunque el paÃs también forma parte de la producción de la vacuna de AstraZeneca.
Y justamente Sigman habrÃa sido determinante para que Argentina no cerrara con Pfizer por si acaso la vacuna de AstraZeneca, que él mismo se encarga de desarrollar para el paÃs, se demoraba como finalmente sucedió. Llama la atención porque la oportunidad estaba al alcance de la mano, los dos laboratorios se reunieron con Alberto y le pidieron permiso para hacer pruebas en el paÃs. Lo mismo hicieron en México y López Obrador aprovechó para cerrar con los dos laboratorios y ya tiene garantizadas 34 millones de dosis de la vacuna de Pfizer.
El 10 de julio, Alberto recibió en Olivos al gerente general Pfizer en Argentina, Nicolás Vaquer, y al director cientÃfico de la Fundación Infant, Fernando Polack, quienes le informaron que Argentina fue seleccionada para llevar adelante una de las fases de prueba para una posible vacuna contra el coronavirus COVID-19.
Polack, un infectólogo reconocido mundialmente, se encargó luego de llevar a cabo los ensayos. Pero no estaba solo: tenÃa la colaboración de otra argentina que es clave en la estructura global de la compañÃa con sede en Nueva York: la vicepresidenta de Investigación y Desarrollo de Vacunas de Pfizer, Alejandra Gurtman, egresada de la UBA.
Polack y Gurtman pasaron a la historia este mismo jueves, cuando la prestigiosa revista especializada The New England of Journal Medicine determinó la eficiencia de la vacuna de Pfizer en un 95%. Polack es el primer nombre de la lista de cientÃficos que aparece nombrado por la revista.
Sin embargo, pese a la nacionalidad de estos dos destacados cientÃficos, en Argentina se encontraron con la voracidad empresarial de Sigman, que con su ascendencia sobre el presidente y el ministro de Salud consiguió que lo consideraran como el "Plan A" un mes después de la reunión en Olivos entre Alberto y Polack. Cuando Pfizer pidió autorización en Anmat la semana pasada, Sigman habrÃa movido sus influencias. Mientras se avecinaba el pedido de autorización de Pfizer a Anmat para vacunar en Argentina, Sigman se apresuró a decir que AstraZeneca habÃa empezado a producir la vacuna el 25 de noviembre.
DÃas después la imagen de la vacuna AstraZeneca entró en crisis a nivel mundial, al punto que el New York Times, el diario más importante del mundo, habló con dureza de sus fallas y de la falta de transparencia del laboratorio que se asoció con Sigman en Argentina.
El presidente pareció tomar nota de eso este jueves y desmintió a Sigman. Habló al pasar de la vacuna de AstraZeneca "si es que finalmente se pone en marcha la producción", negando de ese modo que ya esté fabricándose como anunció el empresario.
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Seguro Pfizer le paga mas pauta al New York Times que Gamaleya. Lo que no arregla esa pauta es que la vacuna rusa no requiere refrigeracion para su transporte.
El amarillaje todav{ia no resolvi{o la cuenta de cuantos jardines de infantes tenia que inaugurar por dia el gato para cumplir su unica promesa para la educacion...como le vamos a pedir que pueda sacar esta.....