La pelea por el recorte en los fondos coparticipables que recibe la Ciudad ya comenzó a tener consecuencias prácticas en el territorio capitalino. La UOCRA se movilizó contra la paralización de la ampliación del penal de Marcos Paz donde el gobierno porteño pensaba alojar presos por el cierre de la cárcel de Devoto.

Son varias las cuestiones que se cruzan en alrededor de los terrenos del único presidio que aún funciona en la Capital. Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta habían acordado que la Ciudad se haría cargo de la construcción de 4 pabellones en Marcos Paz para alojar a 2300 presos. A cambio el gobierno porteño recibiría el terreno para sacarlo al mercado inmobiliario. Es una situación análoga al del megaparque de Colegiales que la Ciudad decidió frenar.

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"Nosotros hubiéramos preferido que nos dieran la plata y devolver los terrenos. Vinieron en parte de pago, no los pedimos nosotros", aclararon en Ciudad. Los predios que traspasó Macri venían a cubrir diferentes obras que estaban a cargo de Nación como los viaductos de los trenes Mitre y San Martín o el propio traslado de Devoto. Pero la crisis obligó al ex Presidente a correrse de esos proyectos y dejarlos a cargo de Larreta.

Cuando asumió Alberto Fernández decidió revisar esas transferencias de terrenos y anunció que también pondría el ojo en el traspaso de la Federal, que llegó acompañado de una generosa suba en la coparticipación. La historia es conocida: Nación retrotrajo entre decretos y leyes el porcentaje que recibía la Ciudad a 1,4% y en el gobierno anunciaron que dejarían de recibir 65 mil millones de pesos.

Es por eso que Larreta decidió varios recortes. Los recolectores de residuos que encabeza Pablo Moyano ya mostraron los dientes ante la reducción de días laborales que impulsa la Ciudad y adelantaron que no los aceptarían de "ninguna manera". Con la mudanza de Devoto ocurrió algo similar.

La UOCRA denuncia que por la paralización de las obras de Marcos Paz fueron despedidos 400 trabajadores y por eso marcharon este miércoles a Uspallata. El 50% de las obras se hacían con aportes nacionales, mientras que la mitad restante salía de las arcas de capitalinas.

Ante el recorte de la coparticipación, pero sobre todo por la incertidumbre respecto a lo que sucederá con la propiedad de esas tierras, en la Ciudad decidieron esperar antes de seguir financiando las obras en Marcos Paz.

Mientras tanto Nación y el gobierno porteño continúan las negociaciones, aunque el final de la historia parece lejano. Por lo pronto el espaldarazo que esperaba Rodríguez Larreta por parte de la Corte a su reclamo sigue demorado.