La línea dura de los diputados Cambiemos lanzó esta mañana un operativo en redes sociales para cuestionar la convocatoria a una multitud a participar del velatorio de Diego Maradona en la Casa Rosada, pero no encontró eco en sus pares del Senado.

Muy por el contrario, el bloque conducido por Luis Naidenoff se sumó a un homenaje al astro del fútbol organizado por Cristina Kirchner sin ninguna mención al funeral, que por entonces aún no tenía incidentes pero sí una concurrencia masiva y lejana a las pautas del distanciamiento social.

El primero en cuestionar la logística había sido el diputado del PRO Fernando Iglesias, emblema de la línea dura y mano derecha de la jefa del PRO Patricia Bullrich. Sólo lo siguió el radical Luis Petri, otro de los allegados a Bullrich, aunque a diferencia del ex Lilito se preocupó por destacar la figura de Maradona.

Pero en el Senado ni con recinto abierto hubo cambiemistas interesados en seguirles el juego. De hecho, el homenaje se programó al mediodía y se suspendió la agenda de temas previstos para tratar en la sesión, como la ley para restringir la emisión de deuda. 

En esta Argentina que hace años vive en la grieta, Diego nos unió. Nos une ahora, en este inmenso dolor y nos ha unido, siempre, en las alegrías que nos ha regalado tan generosamente. 

Fue tras un acuerdo entre el jefe del bloque oficialista José Mayans y Naidenoff, para reducir la sesión al recuerdo de Maradona y postergar el resto del temario al lunes. Cristina la abrió y se fue rápido a la Casa Rosada para despedir al astro y saludar a sus familiares. 

El acuerdo llegó cuando se supo que el viernes el funeral habría terminado y se podría tratar la reforma del Ministerio Público. El apuro se debe a que el lunes es el último día del año que tendrán los legisladores para aprobar leyes y luego sólo podrán tratar las que pida el presidente.

Fernando Iglesias apeló al velorio de Maradona para criticar a Cristina 

La sesión duró una hora y sólo algunos atisbos de grieta. Algunos oficialistas emparentaron a Maradona con el peronismo, pero los opositores no mordieron el anzuelo y se deshicieron en elogios. "Diego era un confeso peronista y en los momentos más complicados abrazaba esa causa. Acompañó todo lo relacionado a lo popular. Y era un gran admirador de Néstor y Cristina", marcó la cancha Silvina García Larraburu.

La ronda de homenajes la había iniciado Adolfo Rodríguez Saá, con una anécdota sobre la visita de Maradona hace tres décadas al velatorio del ex futbolista puntano Luis Gilberto Funes; y una charla que mantuvieron luego en el homenaje realizado en la cancha de Vélez, en el que participó Néstor Kirchner.

Fotografía HCSN

 Le siguió Guadalupe Tagliaferri, del PRO y bostera declarada.  "Diego fue un grande dentro y fuera de la cancha. Y cuando digo 'un grande' no me refiero a sus actitudes, a su forma de ser, a sus contradicciones, a su ideología o a su accionar. Fue un grande porque Diego logró lo que muy pocos han logrado en esta Argentina. Es decir: en esta Argentina que hace años vive en la grieta, Diego nos unió. Nos une ahora, en este inmenso dolor y nos ha unido, siempre, en las alegrías que nos ha regalado tan generosamente".

"Maradona fue canción, fue bandera, amor, esperanza y alegría", se emocionó el santafesino Roberto Mirabella, del Frente de Todos.  Desde el recinto, la cordobesa Laura Rodríguez Machado, del PRO, se declaró como ajena al fútbol, pero lejos estuvo de poner en tela de juicio la figura de Maradona. "Podemos no estar de acuerdo con su vida pero hoy todo el mundo esta conmocionado".

"El Diego es identidad, esa que nunca los famosos deben dejar de tener: su gente, sus amigos y su familia. También significa logros para los argentinos: el salir adelante con las armas que nos dio Dios. A él le dio una pelota y fue símbolo del esfuerzo, del trabajo y del compañerismo. Ojalá el gol de los ingleses nos hubiera hecho ganar una guerra. Pero él hizo ese gol, que se gritó como si fuera mucho más. Es un fenómeno social y no sé cuántos más hay".

Jorge Taiana continuó su línea. "Diego no sólo es un grande por ser un futbolista grande. Es uno de los grandes mitos que ha creado la Argentina. Y no sé cuántos más hay. Está Gardel, está Evita, está el Che, que es un fenómeno universal, pero de menos impacto acá. Y está Diego".

Volvió con la provocación la chaqueña María Inés Pilatti, del Frente de Todos, con un relato de la visita de junto a su hijo al cementerio de la Recoleta. "Lo llevé solo a dos tumbas: a la tumba de Evita y a la del general Aramburu. Le dije: 'Mirá, hijo, mirá lo que es la tumba de Evita, llena de flores, de cartas, de presentes, de turistas, de gente, de pueblo; y la tumba de Aramburu sin una flor, aunque sea de plástico, nada más que con una serie de mármoles fríos, grises y oscuros".

Nadienoff dijo hablar a "titulo personal" y le escapó a la grieta. "Pertenezco a una generación a la que Maradona nos marcó a fuego. La identificación popular tiene que ver con dos sentimientos: con el sentimiento deportivo del amor a la camiseta, como pocos; de ponerse al hombro un equipo, como pocos; y de lograr esas hazañas impensadas. Y tiene como contracara las insatisfacciones colectivas de la propia sociedad".

"Quiero recordar a Maradona desde esa perspectiva, como aquel jugador que nos dio no solamente momentos inolvidables, sino una sonrisa, un abrazo compartido, independientemente, de cualquier color político", cerró el formoseño.