La decisión del presidente Alberto Fernández de enviar esta semana al Congreso el proyecto para despenalizar y legalizar el aborto en el paÃs, aceleró los tiempos de discusión y el conteo legislativo ya comenzó.
En Córdoba, el tema genera especial incomodidad para el gobierno de Juan Schiaretti por sus fuertes lazos con la Iglesia Católica y el perfil "conservador" de gran parte de su electorado. Tanto, que a lo largo de todos los años que lleva gobernando (dos gestiones y media), el peronista siempre evitó ser categórico al respecto.
En el debate nacional abierto durante la gestión de Mauricio Macri en el 2018, lo único que el mandatario se limitó a decir fue: "Lo que es mi posición personal es absolutamente secundario, es más, porque mi posición, que la tengo, lo único que harÃa serÃa ahondar la grieta que se produjo en Argentina por el debate del aborto, mi responsabilidad como gobernador, que es lo importante, es tender puentes". Tras ello, punto y aparte.
Sà es cierto que, al igual que en aquella oportunidad, Schiaretti dará total libertad de acción para que sus representantes voten como quieran.
Y aunque el tema nunca estuvo en la agenda del peronismo provincial, la intención del oficialismo nacional de darle tratamiento este año, obliga a los cuatro diputados de Córdoba Federal a tomar definiciones. Claro que eso no quiere decir que las harán públicas antes de tiempo. Todo lo contrario.
Seguirán la misma estrategia con la que se mueve Schiaretti, y no anticiparán por lo alto cómo votarán. De esa manera, dicen, ganan tiempo y se evitan ser blanco de las presiones de uno u otro sector.
Más aún cuando, a diferencia de lo que ocurre con otros proyectos importantes para el Frente de Todos, en este caso, las cuatro voluntades schiarettistas no resultarán claves para lograr la sanción en la Cámara Baja.
Aun asÃ, según pudo saber LPO, el voto del bloque será divido. En principio, el diputado Paulo Cassinerio repetirá el rechazo ya emitido en el 2018, mientras que a esa postura se sumarÃa también la riocuartense Claudia Márquez.
El presidente del bloque y hombre de confianza del gobernador, Carlos Gutiérrez, irÃa por el "sÃ" mientras que bastante menos claro asoma la conducta que tendrá la diputada, Alejandra Vigo.
Vale recordar que la esposa del gobernador eligió abstenerse en la votación de hace dos años generando una situación que en Córdoba no conformó a nadie. Esa posición recogió cuestionamientos de los pañuelos "celestes" pero también de las organizaciones feministas con las que articula.
Ahora, consultada por LPO, Vigo respondió: "Creo que las mujeres no podemos seguir siendo las dobles vÃctimas: por un lado, el aborto, y por el otro, la penalización de esa decisión. Por eso sostengo la despenalización, para terminar con la criminalización de las mujeres. El Estado debe estar presente en estas situaciones para dar respuestas a las mujeres, especialmente a las más vulnerables".
Con esa respuesta, la ex funcionaria provincial dejó en claro que está a favor de la despenalización pero plantea un interrogante sobre la legalización, eje del proyecto impulsado por el presidente.
Las lecturas que se disparan dentro del PJ cordobés sobre qué hará, son varias. Por un lado, quienes la conocen de cerca y siguen su militancia y trabajo en la cuestión de género y defensa de los derechos de las mujeres, entienden que Vigo -esta vez- no tiene margen polÃtico para abstenerse; incluso, desde esa lÃnea imaginan un acompañamiento.
En cambio, otra mirada diametralmente opuesta tienen, también desde su entorno, aquellos que insisten en que en la matriz del peronismo cordobés y en sus bases el "no" pesa mucho más, por lo que no aplaudirÃan que su referente se condujera en sentido contrario.
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Este no es un proyecto importante para el Frente de Todos sino para la sociedad en general y las mujeres argentinas en particular. Menos mal que el peronismo o el kirchnerismo son los que tienen una visión polarizadora de cada cosa.