
Las terminales portuarias, gremios y grandes firmas del complejo agroexportador de la zona núcleo que participan en la HidrovÃa siguen al detalle el proceso de licitación que se abrirá para definir el nuevo administrador de la "autopista" fluvial.
Las inquietudes en el polo agroexportador sobre el futuro de la concesión abarcan un abanico de temas: desde las funciones que tendrá la nueva empresa HidrovÃa Sociedad del Estado, que estará integrada por las provincias costeras y el gobierno central; el sistema de cobro de peajes y si se incorporará en el pliego la construcción del Canal Magdalena, que perjudicarÃa a los puertos del Litoral.
Una empresa china quiere meterse en la hidrovÃa y escala la tensión con Estados Unidos
Pero el tema que más preocupa al sector es el interés de China en quedarse con la licitación a través de CCCC Shanghai Dredging Co., vinculada al poder militar del Partido Comunista del gigante asiático. De hecho, el tema trascendió el interés local y se convirtió en cuestión de estado para el gobierno de Donald Trump y lo será para el de Joe Biden si termina ingresando en la Casa Blanca, según publicó LPO.
El 26 de agosto pasado, Mike Pompeo, el secretario de Estado de EEUU, acusó abiertamente a la CCCC y sus subsidiarias de "estar involucradas en corrupción, financiamiento predatorio, destrucción medioambiental y otros abusos a los largo del mundo", de acuerdo al portal Share America del Departamento de Estado.
En Argentina, quien viene poniendo la lupa sobre la HidrovÃa es Lilita Carrió que denunció que era el principal corredor para el tráfico de drogas. Ahora, se hizo eco de las preocupaciones geopolÃticas de la Casa Blanca y tras afirmar que en EEUU la confrontación con China se vive como una "guerra mundial", afirmó que el gigante asiático la apuntó como moneda de cambio para el control de la región.
"Nuestro bienestar futuro, rompiendo con Fondo y acordando con China, es a cambio del control, desde Ciudad del Este para abajo, con la HidrovÃa en mano de los chinos, eso es entrega de soberanÃa", sostuvo la lÃder de la Coalición CÃvica.
Pero además de la cuestión estratégica y la pelea entre las potencias, lo que preocupa al sector, empresas y sindicatos, es la capacidad operativa y condiciones de las empresas chinas y en ese sentido, las concesiones en la que han participado no han sumado buenos antecedentes.
La firma Servimagnus, subsidiaria de CCCC Shanghai Dredging, le dio más de un dolor de cabeza a la Administración General de Puertos por los incumplimientos permanentes en el Puerto de Buenos Aires y los inconvenientes para cumplir con el calado establecido por utilizar dragas viejas, un tema central para la HidrovÃa que pretende llevar la profundidad de 34 pies a 40.
Con los equipos obsoletos, el ritmo de trabajo nunca llegó a ser eficiente lo cual generaba tiempos muerto que para el comercio fluviomarÃtimo se traduce en pérdidas millonarias. Además, para los trabajadores las condiciones no eran buenas y el sindicato de Dragado y Balizamiento estuvo en una lucha constante para que se hiciera cumplir el convenio y las normas de seguridad de los empleados.
La otra mala experiencia fue el malogrado contrato con la misma empresa para el mantenimiento del canal MartÃn garcia, de aguas compartidas con Uruguay, que por los incumplimientos obligó a llamar a una nueva licitación que terminó ganando el Consorcio Boskalis Dredging International.
Pero la Shanghai Dredging no tuvo problemas solamente en Argentina. A principios del año, se hizo cargo del mantenimiento del Canal del RÃo Magdalena para el acceso al puerto de Barranquilla, Colombia, donde debÃa llegar al calado operacional de 10.20 (33,5 pies) pero hasta ahora no pudieron cumplir y le generó fuertes cuestionamientos a los concesionarios Findeter y Cormagdalena, que subcontrataron a la compañÃa china.
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El problema siempre es el mismo. Nadie se ocupa de los trabajadores, todos quieren explotarlos por migajas y por eso da lugar a que los chinos sean una mejor alternativa. El estado de bienestar, con todo lo nefasto que implica, soluciona muchisimos problemas.
Eso se traduce en evasion impositiva de los exportadores de soja y narcotrafico.
Que entre China o no, no hace ninguna diferencia respecto de la situacion actual donde la hidrovia la manegan Cargill, Bunge, Vicentin, etc...