Más relajado que en conferencias anteriores, Axel Kicillof brindó detalles de la nueva etapa del aislamiento en el Conurbano y confirmó que quedarán habilitadas las obras en construcción, pero alertó que no habrá más aperturas porque el número de casos sigue siendo alto.

Además, reconoció que en varios distritos los bares están abiertos. "Como toda norma, uno sabe que hay incumplimientos", dijo el Gobernador aunque sin instar a los intendentes a forzar el cierre de esos comercios gastronómicos.

En el Salón Dorado de la Casa de Gobierno, Kicillof se mostró sereno y tranquilo. Quizás señales tácitas de que lo peor de la pandemia ya pasó y que el fantasma de un sistema de salud desbordado empieza a alejarse.

El Gobernador evitó críticas a Horacio Rodríguez Larreta, incluso cuando los periodistas le preguntaron por la posibilidad del regreso a clases en el territorio porteño o los sentimientos que puede generar locales gastronómicos abiertos de un lado de la General Paz y cerrados del otro.

Pero Kicillof evitó por todos lados las críticas al jefe de Gobierno. Incluso evitó mostrarse duro con los intendentes cuando la prensa le marcó que en varios distritos los bares ya están abiertos.

Bares abiertos en la ciudad de La Plata.

Respecto de las obras de construcción, explicó que habilitará dos tipos de actividades: obras pequeñas con protocolos estrictos -que incluirán transporte propio, dentro de las localidades y no más de 15 trabajadores en simultáneo; y obras grandes solo en aquellos casos en los que peligre la seguridad por riesgos de desmoronamiento u otras cuestiones derivadas de la falta de mantenimiento. "Vamos a permitir con protocolos que se han acordado con los trabajadores y empresarios de la construcción", sostuvo Kicillof.

Sobre el resto de las actividades que continúan restringidas, el mandatario sostuvo que "no creemos que la solución a esto sea flexibilizar: abrir de manera masiva y sistemática. Lo haremos cuando la situación mejore".

Por otro lado, el Gobernador remarcó la importancia de respetar el distanciamiento social y las medidas de seguridad ya que "estamos en un momento muy delicado porque el virus se sigue expandiendo y nos agarra indudablemente cansados, a todos, y es la peor combinación, porque es una amenaza que avanza y no tenemos que aflojar".

De esa manera, rechazó la idea de comenzar con un desconfinamiento puesto que "dada la gravedad de la situación no creemos que la solución sea flexibilizar, abrir de manera masiva y sistemática. Lo haremos cuando los casos bajen".

Además, reiteró que la pandemia es una realidad mundial que todavía no ha terminado y que al igual que Argentina muchos países implementaron medidas restrictivas. En alusión a esto afirmó que "esto no es una decisión política en términos partidarios o ideológicos, esto es una recomendación estrictamente médica y epidemiológica".

Además destacó los avances que logró la provincia durante la cuarentena: "Hace seis meses algunos decían que para la Provincia era imposible, que no íbamos a aguantar que íbamos a un colapso seguro pero gracias a todo el esfuerzo colectivo, nuestro sistema de salud sigue resistiendo. Podemos garantizar camas, respiradores y atención médica a todos los bonaerenses".

En ese sentido, precisó que durante los últimos meses se pudo fortalecer el sistema de salud al incorporar 1.200 respiradores, 13 millones de barbijos, realizar obras en 125 hospitales y 11.000 testeos por día a partir de una inversión de más de $22 millones.

Por último, se mostró esperanzado ante la llegada de una posible vacuna. "Afortunadamente la ciencia encontró una respuesta y ya hay seis vacunas que según la Organización Mundial de la Salud están en fase tres, haciendo los testeos finales para su aprobación. Esto quiere decir que en algún momento de los próximos meses nos podremos empezar a vacunar y estar inmunes al virus sin haber pasado por la enfermedad

"Falta menos. Los aliento a todos a no bajar los brazos, a no abandonar por el desánimo o el cansancio, sino a seguir cuidándonos y cuidando a los demás", concluyó.