Las protestas contra la violencia policial en Estados Unidos han expuesto otras formas de abuso institucionalizado en las policías estadounidenses. De acuerdo con un denunciante en principio anónimo al interior del Departamento del Sheriff del Condado de Los Ángeles, existe una pandilla integrada por elementos de la policía que comparten tatuajes con iconografía nazi y celebran cuando uno de sus miembros balea a alguien en el cumplimiento de su trabajo.
De acuerdo con la denuncia que fue presentada el pasado 23 de junio, el grupo se identifica como "The Executioner" (Los verdugos) y cuenta con por lo menos 20 miembros. Presuntamente no permitirían el acceso ni a mujeres ni a afroamericanos.
El siniestro origen del nombre vendría -según la denuncia-del acto de "ejecutar" a un miembro de la población, "o por cometer otros actos violentos a beneficio de la pandilla". La denuncia fue presentada por el oficial Thomas Banuelos, quien aseguró que el grupo "posee vasto poder en la estación de policía de Compton", un área de Los Ángeles donde la mayoría de la población es afroamericana.
Banuelos sufrio las consecuencias de su denuncia. De acuerdo con su abogado, el oficial fue atacado y brutalmente golpeado por un miembro del grupo, quien "lo tenía en el piso y literalmente estaba golpeando su cabeza con el codo una y otra vez", declaró el abogado de Banuelos.
El abogado Alan Romero aseguró al diario Los Angeles Times que los tres oficiales en el video del arresto de Dalvin Price, joven afroamericano que fue agredido en junio pasado, pertenecen a Los Ejecutores. El caso ya se encuentra bajo investigación.
Según la denuncia, el grupo ha establecido prácticas ilegales como cuotas mínimas de arresto en el departamento y la aplicación de retrasos en los tiempos de respuesta de la policía, o de plano casos en los que ignoran las llamadas de emergencia de la población.
De acuerdo con un reporte del LA Times, existen otros grupos parecidos con nombres como los reguladores, las parcas y los bandidos, todos con prácticas similares y operando al amparo de la ley.
"Tenemos aquí una pandilla que ha crecido al punto de dominar todos los aspectos de la vida en la estación de Compton", dijo Romero al diario angelino. "Esencialmente controlan horarios, distribución de tips de informantes, y asignaturas para los oficiales con preferencia para los miembros de la pandilla".
El sheriff Alex Villanueva rechazó la existencia de pandillas al interior de su fuerza policía, sin embargo, aseguró que tomaba en serio las acusaciones. "Tomo estos alegatos muy en serio y recientemente hemos promulgado una política específica para abordar grupo ilícitos, pandillas de oficiales, y subgrupos", aseguró.
Por su parte, el inspector general Departamento del Sheriff fue menos optimista. Dijo que no sabía de la implementación de una nueva política al interior del departamento, y agregó que él como procurador interno no podía investigar de manera efectiva a estos grupos "debido a la obstrucción del Departamento del Sheriff". Dijo además que una investigación en 2018 al grupo llamado Bandidos fue poco menos que un trabajo de encubrimiento para la pandilla.
Otro denunciante y miembro del Departamento del Sheriff de Los Ángeles, Austreberto González, aseguró que la mayoría de los tiroteos y casos de violencia a manos de la policía de Los Ángeles fueron perpetrados por miembros de Los Vedugos.
"Casi todos los comisarios del departamento de Compton que se han visto involucrados en tiroteos de alto impacto y golpizas [...] en años recientes han sido miembros entintados' [tatuados] de Los Verdugos".
Más adelante explica en su denuncia: "Entintar se refiere al acto de que cada nuevo miembro de Los Ejecutores recibe un tatuaje indicando su adhesión a la organización. Los miembros son tatuados como "Verdugos" luego de que ejecuten a alguien del público, o que cometan actos de violencia a beneficio de la pandilla".
