El Frente de Todos y Cambiemos lograron este martes llegar a un acuerdo sobre la modalidad de trabajo en Diputados: las sesiones seguirán siendo telemáticas por 30 días hábiles, pero si un bloque lo pide podrán ser presenciales para algunos proyectos, en una sede a definir y sin obligación de asistir a quienes integren los grupos de riesgo.

Se trata de la última propuesta que se discutió en la frustrada reunión de hace una semana y cuando se entró en los detalles finos, se frustró. El principal frente opositor tenía 90 diputados en sus bancas esperando sesionar y no fue posible consensuar la letra chica.

Alberto Fernández habilitó esa línea de negociación, Sergio Massa llamó a una reunión con los jefes de bloque a las 19 con ese punto de partida y logró firmar un acta pasadas las 22 horas. Fue clave, además, la agenda que anunció sobre los proyectos más polémicos: la reforma judicial tendrá 6 semanas de discusión en comisiones y la movilidad jubilatoria recién se tratará en noviembre. 

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El consenso entre las cúpulas se logró en conversaciones informales por la tarde y el desafío eran la negociaciones hacia el interior de los bloques, donde cada uno cedió su parte. El oficialismo ratificó su vocación de aceptar reuniones presenciales para casos especiales, que rechazaba hasta hace una semana, pero se negó a dejar explícita una agenda por fuera de su compromiso de palabra. Podrá debatir la cajoneada ley para crear una bicameral que investigue el vaciamiento de la cerealera Vicentin. 

Sólo por esa razón, Fernando Iglesias, del PRO, fue el único diputado de Cambiemos que expresó su rechazo al acuerdo. "Si la situación sanitaria es tan grave como para no poder sesionar presencialmente, que el oficialismo retire la reforma judicial y sus proyectos abusivos. Si no lo es, queremos sesiones 100% presenciales, sin excepciones. Que Massa haga su trabajo y busque un lugar adecuado", tuiteó.

Massa se comprometió que la reforma judicial y movilidad jubilatoria no se votará hasta noviembre. Cuando Cambiemos lo pida, habrá sesiones presenciales, pero los que están en grupos de riesgo no asistirán. 

Según el acta, habrá sesiones cara a cara si un bloque lo pide con una semana de antelación y Massa deberá definir la sede. Sólo podrán faltar los diputados que sean de riesgo según la definición de los decreto 660 de aislamiento social (mayores 60 años y enfermedades preexistentes) y quienes lo soliciten por "nota fundada". O sea, nadie podrá ausentarse sin explicar porqué. 

Las sesiones presenciales aún no tienen un lugar definido pero especulan que sería un estadio amplio, de buena ventilación para cumplir con todas las exigencias sanitarias, con capacidad de albergar a la mayoría de los diputados. 

"La sesiones siguen siendo remotas y si un bloque quiere venir presencial puede pedirlo con una semana de antelación y se facultó al presidente de la Cámara a acondicionar un lugar", confirmó a DiputadosTV Cristina Álvarez Rodríguez, del Frente de Todos. 

"Estamos viviendo una pandemia y no se puede exponer a los trabajadores de la Cámara a contagios innecesarios cuando las cosas se pueden hacer de manera remota. No podemos aceptar que un bloque que perdió las elecciones quiera fijar la agenda parlamentaria. Cuando uno les pregunta dicen que no. Pero es su interés", se molestó.

No fue parte de la reunión la impugnación presentada por el principal bloque opositor a la sesión de la semana pasada, en la que el oficialismo aprobó dos leyes: la emergencia al turismo y el aumento de las penas por pesca ilegal. La sesión seguirá judicializada porque el protocolo se renovó desde el 8 de septiembre y no desde el 1, como pidió el oficialismo. 

"Lo que cambió de la semana pasada a esta es que tenemos la posibilidad de llamar a sesiones presenciales en temas que como interbloque nos parezca que corresponda. Que hay una agenda parlamentaria para los temas importantes: como la reforma judicial, la movilidad jubilatoria y el presupuesto, que son temas que necesitan de la presencia de todos nosotros", celebró Cristian Ritondo, jefe del PRO, ante diputados TV.

"Que le haya dado previsibilidad a un tema como la reforma judicial era un tema que nadie sabía. Para la presencialidad es significativo para nosotros", agregó al mismo medio el jefe de la UCR y del interbloque Cambiemos Mario Negri. Ambos pidieron dos cuartos intermedios para debatir las propuestas con sus dirigidos por zoom y pulir el acta.

Massa intentó sin éxito que el acuerdo figure por "mayoría" y no por "consenso", una palabra que para Cambiemos significa unanimidad y así lo hizo valer en la reunión de la semana pasada. Pero sí pudo incorporar en el punto 5 del acta la obligación de conectarse al VPN a cualquier diputado que ingrese al recinto, para evitar una rebelión como la de la semana pasada, cuando radiales, macristas y lilitos ocuparon sus bancas y exigieron que se prendiera el tablero electrónico para registrar su presencia. No volverá a ocurrir. 

La reunión fue en el Salón de Honor de la Cámara baja fue coordinada por Massa, quien asistió junto a Máximo Kirchner y Cecilia Moreau (Frente de Todos). Llegaron además Mario Negri y Luis Borsani (UCR); Cristian Ritondo, Álvaro González y Silvia Lospennato (PRO); Maximiliano Ferraro y Juan Manuel López(Coalición Cívica); José Luis Ramón y Luis Di Giácomo (Udeso); Alejandro "Topo" Rodríguez (interbloque federal) y Nicolás del Caño y Romina del Plá, de la izquierda. También asistió Felipe Álvarez, el riojano que integra Cambiemos con monobloque.

Por zoom se conectaron Eduardo "Bali" Bucca (jefe de los federales), los socialistas Luis Contigiani y Enrique Estévez; el cordobés Carlos Gutiérrez; la neuquina Alma Sapag, el misionero Ricardo Wellbach, el radical Alfredo Cornejo y la kirchnerista Daniela Vilar.