El espacio de Elisa Carrió en Córdoba está inquieto. Cree que, antes de mirar el '21, Cambiemos debe fortalecerse internamente y para ello, resulta imperativo, reordenarse y unificar criterios. Sin Mauricio Macri como factor aglutinante y con una conducción nacional que también está en plena discusión interna, en la provincia más amarilla del país, la alianza no logra funcionar como bloque político.

Todo lo contrario, se rige como un grupo de células independientes, cada una con su propio manual y que, incluso, cada tanto se repelen.

Fraccionados en la Legislatura de Córdoba y en el Concejo Deliberante de la Capital, los socios no lograron reunirse ni una sola vez desde el fracaso electoral del año pasado. Una situación que se agudiza si se considera que, a su vez, la UCR y el PRO están enfocados en superar las fricciones internas ante el inminente recambio de autoridades partidarias.

Frente a este diagnóstico, el presidente de la Coalición Cívica -ARI en Córdoba, Gregorio Hernández Maqueda, apura a los aliados cordobeses para conformar una mesa política, como la que ya existe a nivel nacional, que permita ordenar la oposición frente al gobierno de Juan Schiaretti.

"Creemos que el objetivo inmediato es organizar e institucionalizar la fuerza opositora para elevar los estándares democráticos en Córdoba. Arrancando primero por el núcleo del espacio, una reunión con las cabezas de los cuatro partidos políticos, para luego ampliarla", dijo Hernández Maqueda a LPO.

Y si bien aclara que tiene muy buen diálogo con los tres presidentes de los partidos, Luis Juez por el Frente Cívico, Ramón Mestre por la UCR y Darío Capitani por el PRO, también admite que la propuesta no les resultó prioritaria. Al menos no por ahora.

El lilismo cordobés cree que la desarticulación del principal espacio opositor en la provincia que sigue extendiéndole su mano al macrismo, termina siendo funcional al peronismo cordobés que lleva casi un cuarto de siglo en el poder y que va por más.

Gregorio Maqueda advierte además que "este atraso" en la organización interna de la ex Cambiemos deja el terreno fértil para que, a último momento como ocurrió en las experiencias anteriores, las cosas se solucionen con "dedazos" que llegan desde Buenos Aires. Una praxis política a la que aún hoy muchos cambiemitas le atribuyen buena parte de responsabilidad del traspié electoral en Córdoba del 2019.

Si bien los representantes de Carrió insisten en que la conformación de la mesa dotará a Juntos por el Cambio de una gimnasia política que seguramente facilitará luego la discusión pre electoral, también avisan que defenderán "con uñas y dientes" un lugar entre los cinco primeros de la lista de Diputados.

"Estamos seguros de que el camino debe ser dentro de la coalición donde nadie sobra", dijo el recientemente reelecto titular de la Coalición Cívica local tras asegurar que "la alianza entre Carrió y Macri es indisoluble".