El comité de expertos aconsejó al Gobernador un retroceso de fase y se habla de un "aislamiento selectivo" luego que la provincia superase la barrera de los 9000 contagios que la ubica como uno de los distritos más complicados del país.

Con números en mano, asesores y funcionarios del Comité de Emergencia coincidieron en que la estimación de nuevos casos de COVID 19 haría colapsar el sistema público sanitario en no más de 14 días. A esa conclusión arribaron luego de constatar los números que arrojó el reporte epidemiológico diario, que con 747 positivos este miércoles, elevó a Santa Fe como la Provincia con más pacientes registrados en la última jornada.

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Dos horas de frenéticas conversaciones entre infectólogos, expertos y ministros abrieron la puerta a una posibilidad que desde hace varios días gira en la cabeza de Omar Perotti. La incógnita ahora radica en cómo implementar un retroceso en la circulación de personas sin afectar nuevamente el aparato económico, por lo cual ya se analizan "restricciones selectivas", muy lejanas a la limitación horaria que ya rigen en la zona del Gran Rosario.

Es por ello que el secretario de Turismo, Alejandro Grandinetti, que también oficia de vocero del gobierno, adelantó que cualquier medida que se tome será consensuada con intendentes, jefes comunales y sectores de la oposición "que nos de una visión más integrada", explicó el ex periodista.

A su vez, el gobernador busca evitar quedar nuevamente en el ojo de las críticas por las restricciones como ocurrió la semana pasada luego de anunciar el límite horario para la circulación hasta las 19.30 lo que afectó, principalmente, al sector gastronómico que esa misma noche organizó una concentración en protesta a la que se sumaron legisladores de la oposición como Gabriel Chumpitaz del PRO.

"Lo que se intentó cuando tomamos la decisión allí fue desalentar las actividades no esenciales a cierta parte de la población. Pero es un contrasentido porque antes habíamos acusado a las reuniones afectivas como el principal foco de contagio. Debemos pensar otras formas", se sinceró ante LPO un funcionario, muy preocupado tras la reunión. Otra alta fuente de gobierno también se mostró desencajado ante las estadísticas: "estamos fuera de control. Y el virus llegó donde había desaparecido".

 Estamos fuera de control y el virus llegó a lugares donde había desaparecido

Ya declarada como zona de circulación comunitaria, el caso de la ciudad de Santa Fe resulta paradigmático. El día miércoles se informaron 44 nuevos casos, con la particularidad que en la capital de la Provincia no se había contabilizado ningún nuevo paciente durante 75 días, de abril a mediados de junio. Después de la flexibilización de la cuarentena, el número de casos de COVID-19 pasó de 27 a 464: desde el 23 de junio al 3 de septiembre se multiplicó 17 veces en 70 días.

Desde Rosario, ciudad que acumula el 45% de los casos de toda la Provincia, la vicegobernadora Alejandra Rodenas intentó llevar calma y recordar medidas de prevención a los ciudadanos. Aunque con 412 nuevos pacientes en la lista de rosarinos infectados por coronavirus, tanto la ex jueza como los Ministros de Trabajo, Roberto Sukerman, de Salud, Sonia Martorano, y de Gobierno, Esteban Borgonovo, reconocieron la "situación crítica" que se atraviesa.

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La tendencia estadística arroja que la duplicación de casos se mantiene en un promedio de diez a once días, aunque el plazo parece acortarse y de allí la estimación más preocupante. Solo en Rosario, la ocupación de camas con asistencia mecánica respiratoria del sector público alcanza el 85% y los privados reconocen estar al borde de la ocupación. Se especula además con la necesidad de remitir pacientes a otras provincias en caso de ser necesario.

A nivel provincial el total de ocupación de camas intensivas supera apenas el 60%, pero los expertos coinciden en señalar que la duplicación de contagios, el aumento del registro de pacientes gracias a los cuatro centros de testeo que la Provincia posee (cuyas muestras diarias superan los 1200 hisopados), generarían fácilmente un colapso en el sistema de Salud.

Con la vista en el cupo de camas complejas, la Provincia apuntó que ya son 86 los pacientes que se encuentran alojados con asistencia respiratoria mientras que un total de 212 se encuentran en salas comunes. El resto de infectados activos (3261 en la actualidad) se encuentran en buen estado de salud y en condiciones de aislamiento preventivo junto a sus convivientes. Los cinco decesos ocurridos durante la jornada de ayer elevan a 97 el número de víctimas fatales por comorbilidad con coronavirus.

Pero desde el gobierno provincial volvieron a explicitar, por lo bajo, que no están dispuestos a pagar el famoso "costo político" en caso de un retroceso de fase (de distanciamiento obligatorio a aislamiento), ya que aumentaría el creciente malhumor social ante la gestión. De allí que la Vicegobernadora dejara en claro que "por el momento no estamos en condiciones de anunciar ninguna medida de esta naturaleza".

Explícitamente, desde la Casa Gris afirmaron: "no queremos que las tensiones entre la salud y la economía, que son válidas y atendibles, hoy generen un conflicto social". La referencia obligada obedece a la gran cantidad de manifestaciones de distintos sectores pyme y productivos frente a la limitación de actividades como consecuencia de la pandemia. Solo en Rosario, los comerciantes realizaron marchas de repudio ante la limitación de horarios anunciada por el Gobernador.