La Ciudad reabrirá los restaurantes con espacio al aire libre y habilitará las obras de más de 5000 metros cuadrados. Horacio Rodríguez Larreta porteño había intentado una vuelta a clases para pocos alumnos, pero Nación lo rechazó.

Las medidas fueron consensuadas con Alberto Fernández y Axel Kicillof luego de una reunión en la Quinta de Olivos. En Nación consideran que el AMBA esta relativamente estabilizado y que el problema se trasladó al interior. Sin embargo la Ciudad continúa siendo el distrito con mayor cantidad de casos por cada 100 mil habitantes, más de 90 mil casos totales y más de 2 mil muertos.

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El jefe de gobierno ponderó la situación sanitaria. "El promedio está estabilizado en un nivel alto de contagios. De todas es un dato alentador porque la pudimos mantener a pesar de haber abierto varias actividades" económicas y recreativas. "Las podemos mantener mientras nos cuidemos y seamos responsables", agregó el alcalde porteño.

A pesar del revés que significó el rechazo de Nicolás Trotta a la vuelta a clases, el jefe de gobierno comentó que el ministro y su par porteña Soledad Acuña ya se habían reunido para resolver la cuestión.

Como adelantó LPO, los restaurantes eran uno de los rubros que el gobierno porteño quería reabrir, siempre y cuando tuvieran un espacio al aire libre habilitado antes de la pandemia. La oposición también le había reclamado al Ejecutivo capitalino que avanzara con esa medida.

"El contagio es mucho mayor en lugares cerrados", comentó Rodríguez Larreta antes de anunciar la medida. Los restaurantes deberán cumplir con protocolos estrictos y eventualmente podrán sumarse aquellos locales que presenten adecuaciones a las normas. Hasta el momento los locales gastronómicos pueden funcionar con la modalidad para llevar.

Larreta adelantó que la semana próxima habrá una reunión con la UOCRA para evaluar las medidas. Comenzarán por las obras de más de 5000 metros y luego se acoplarán aquellas obras que tienen menos de 90 días para finalizar.

Otra de las novedades sería la delimitación de espacios para consumo fuera de los bares. Es una situación que ya sucede de hecho en algunos barrios porteños y por eso el Ejecutivo decidió avanzar para mitigar los peligros.