Tal como se esperaba, el balance del segundo trimestre de YPF arrojó resultados escalofriantes. El derrumbe en la venta de naftas ocasionada por la pandemia, la caída del precio Brent y la situación financiera heredada de la gestión anterior provocaron una pérdida récord de $85.000 millones.

La paralización de todo tipo de transporte en las primeras semanas de cuarentena llevó a una reducción de hasta el 85% en la comercialización de combustibles -principal negocio de la petrolera nacional- que fue repuntando paulatinamente hasta llegar a una merma de entre el 40% y el 45%.

El Upstream, por su parte, tuvo una contracción menor al promedio del resto de las empresas gracias a la capacidad de almacenamiento de crudo. Mientras que la producción a nivel mundial cayó más de un 15% entre abril y junio, en Argentina la caída fue del 11% y en YPF del 9%.

El rojo de YPF complica la aspiración de Miguel Gutiérrez de seguir con Alberto 

Esta caída en las ventas, entre otras cosas, afectó los ingresos de la compañía que alcanzaron los 134 mil millones de pesos, un 17% menos que en el segundo trimestre de 2019.

"Durante este período, y al igual que otras compañías en el mundo, YPF reportó un cargo no recurrente por deterioro de activos (impairment) de gas de 57 mil millones de pesos, que se generó principalmente por la caída de los precios tanto a nivel mundial como local", informó la petrolera.

Por otro lado, subrayaron que se está ejecutando una fuerte revisión de la estructura de costos para lograr una operación competitiva a nivel mundial y promover eficiencias que le permitan preparar el escenario para cuando se supere la situación.

YPF llegó casi al 60% de adhesión en la primera etapa del canje de deuda 

Como explicó LPO, la gestión de Miguel Gutiérrez dejó una empresa absolutamente endeudada a altísimas tasas, lo que ni siquiera sirvió para incrementar la inversión. Por el contrario, la misma cayó un 44% en los últimos cuatro años, los ingresos lo hicieron en un 14%, las ganancias antes del pago de impuestos y amortizaciones (EBITDA) un 23% y la producción de gas y petróleo un 18% y 10%, respectivamente. De esta manera, el 2019 terminó con un rojo de 33.000 millones, la mayor pérdida hasta el surgimiento de la pandemia.

El nivel de deuda heredado supera en 2,7 veces el flujo de ingresos de la compañía en un contexto financiero con todos los mercados cerrados. Es por eso que en julio se llevó a cabo un canje de deuda que alcanzó una muy alta adhesión y va a permitir postergar el abultado pago de vencimientos.

"Con todas estas acciones que se van implementando ya se comienzan a ver algunos resultados operativos y financieros que permiten vislumbrar que el momento más crítico de la difícil situación profundizada por el efecto de la pandemia comienza muy lentamente a despejarse", manifestaron.