La Cámara de Diputados aprobó este viernes una ley para suspender los procesos de quiebras de las empresas hasta el 31 de marzo del año próximo y evitar que al menos 100 mil cierren sus persianas en forma definitiva, por las pérdidas que les ocasionó la pandemia del coronavirus.
El proyecto surgió de las iniciativas de Carlos Selva, del Frente de Todos; y Cristian Ritondo del PRO; y contó con aportes de diputados de otras bancadas, como José Luis Ramón, Graciela Camaño y la neuquina Alma Sapag. Deberá ser aprobado por el Senado para convertirse en ley.
El acuerdo se materializó esta mañana en una reunión de la Comisión de Justicia, presidida por el kirchnerista Rodolfo Tailhade, que no llegó a emitir dictamen pero sà a escribirlo y logar que se apruebe unas horas más tarde. El apuro no es casual: la semana que viene terminarán de abrir los Tribunales comerciales y los empresarios quebrados golpearán las puertas.
El proyecto para protegerlos, de sólo 6 artÃculos, suspende hasta el 31 de marzo "el cómputo de plazos procesales" de las quiebras y obliga al juez del concurso a fijar un nuevo cronograma, mientras que en los juicios iniciados el deudor podrá esperar 180 dÃas más para hacer una propuesta y si no le es suficiente demorar 60 dÃas más.
Durante el plazo de la emergencia tampoco se podrá ejecutar "cualquier tipo de garantÃas de obligaciones financieras", incluidas las de "fiadores, avalistas, codeudores y otros obligados respecto a las obligaciones de los sujetos concursados comprendidos en la emergencia".
También se suspenden las subastas judiciales y extrajudiciales, incluidas las hipotecarias y prendarias de cualquier origen. Se prorrogan por un año las obligaciones asumidas por los deudores desde la fecha de vencimiento prevista y se aplaza por el mismo plazo los acuerdos concursales "judiciales o extrajudiciales" que hayan sido homologados. Además, no podrán exigirse cuotas impagas hasta el 31 de marzo.
Tampoco será posible solicitar las quiebras, a excepción de que se hayan dictado medidas precautorias; ni embargar cuentas bancarias, a no ser que sea para pagar créditos laborales o cuotas alimentarias, un reclamo del mendocino Ramón. "Tenemos que sacar del agobio a las empresas para que puedan seguir poniendo todo su esfuerzo en poner en marcha el proceso de producción y generación de empleo", sostuvo Selva.
Camaño le puso números al conflicto: "En Argentina hay 650 mil empresas activas y 100 mil podrÃan iniciar una quiebra cuando abran los tribunales. Son 3 millones de trabajadores y el 70% está en el área metropolitana de Buenos Aires. No los vamos a dejar solos".
La respaldó Ritondo: "Miles de empresas están en riesgo, y con ellos miles de puestos de trabajo; esta situación arruinó a muchos proyectos de vida, a empresas familiares de muchos años, que hoy están en una situación muy especial".
Cambiemos habÃa pedido en su proyecto una lÃnea crediticia para las compañÃas endeudadas en estos meses, pero el frente de Todos no quiso. Sà aceptó excluir a las "personas humanas que no desarrollan actividades comerciales ni empresarias" y por lo tanto no tendrÃan porqué demorar su concurso. De todos modos, el juez deberá tomar medidas para proteger "la dignidad familiar". La ley tuvo 250 votos positivos y sólo dos abstenciones.
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