La economía profundizó el sendero recesivo que viene atravesando desde inicios del 2018 y cayó un 5,4% a nivel interanual durante el primer trimestre del año, cuando los efectos de la pandemia recién empezaban a notarse.

Se trata del octavo período consecutivo de contracción que ya coloca al PBI argentino a niveles del año 2010. Como agravante, este ritmo se intensificaría notablemente en el segundo trimestre en el cual los economistas anticipan una caída nunca antes vista.

Ya en el tercer y cuarto trimestre el nivel de actividad económica tendería a estabilizarse respecto a ese piso y terminaría el año con una baja del 5,2%, de acuerdo al Banco Mundial, aunque algunas consultoras hablan de un 9,5%.

En este caso, el Indec reportó que los sectores más afectados fueron la pesca (-30,4%), la construcción (-20,8%), hoteles y restaurantes (-10,2%), otras actividades de servicios comunitarias (-7,2%), el comercio (-6,5%) y la industria manufacturera (-6,5%).

Prevén que Argentina y México tendrán las peores caídas económicas de la región

Por el contrario, de las 16 actividades relevadas, solamente la electricidad, el agua y el gas; la enseñanza; la explotación de minas y canteras; y la administración pública tuvieron un desempeño positivo con una suba del 3,8%, 1,2%, 0,3% y 0,2%, respectivamente.

Respecto a los rubros de la demanda global, la mayor contracción se vio en la formación bruta de capital fijo, es decir, la inversión. Con una merma interanual del 18,3% a nivel general, registró bajas del 24,5% en construcciones, del 13% en maquinaria y equipo y del 12,9% en equipo de transporte.

Los otros ítems de la demanda más golpeados fueron el consumo privado (-6,6%), las exportaciones (-4,7%) y el consumo público (-0,7%). En tanto, las importaciones disminuyeron un 16%.

Este movimiento hizo retroceder la proporción de la inversión sobre el PBI del 14,1% del 2019 al 12,5% este año, mientras que el consumo privado y las exportaciones bajaron en 0,4 y 0,7 puntos porcentuales.