El próximo martes llega un nuevo vencimiento del programa de Precios Máximos y los supermercados se niegan a aceptar otra prórroga sin aumentos. Se trata de un listado de más de 2.300 artículos que se mantienen congelados desde principios de año y por eso están pidiendo una actualización de hasta el 25%.

Si bien el gobierno pretende seguir con el control de precios en todos los rubros donde pueda, la realidad es que en estos meses los costos se han incrementado con un tipo de cambio que fue deslizándose progresivamente y una suba de costos logísticos y de protocolos de higiene producto de la pandemia.

"Ellos pueden pedir la luna, aún no hay definiciones", responden en el gobierno, aunque confiesan que están estudiando las listas de precios y las cadenas de costos.

El déficit primario se disparó un 1.000% y en un solo mes casi triplicó el rojo de todo el 2019

La cuestión esconde un problema aún mayor que es la inflación "reprimida" a raíz de las restricciones que trajo la cuarentena, que empezaría a destaparse a partir del segundo semestre.

Según proyecta la consultora Eco Go, mientras que el acumulado del primer semestre arrojaría un alza de precios en torno al 13%, a fin de año la misma llegaría al 48% interanual. Es decir, que en los últimos seis meses del 2020 casi triplicaría su velocidad de expansión.

Para colmo, las previsiones están hechas bajo un escenario "optimista", en el cual se renegocia la deuda externa de manera exitosa. "Si arreglas la deuda el shock en las expectativas es fenomenal. Es clave que el gobierno se enfoque en eso, en delinear un retiro gradual de la liquidez excedente y levantar las regulaciones al MULC (Mercado Único Libre de Cambios) que lo único que hace es encarecer las importaciones", indica el economista Juan Ignacio Paolicchi.

Por el contrario, advierte que "si el aumento del gasto público no es transitorio, si no tenemos acceso al crédito porque no negociamos la deuda y si además tenes que levantar los controles de precios, la inflación se puede acelerar mucho".

Desde ACM anticipan un escenario similar con una inflación acumulada del 44,5% a diciembre y también destacan la importancia de los precios máximos "que ya se están levantando porque no son sostenibles".

De acuerdo al Indec, la inflación en mayo fue del 1,5%

Además, señalan que un tema estructural es "la caída de la velocidad de circulación del dinero por la restricción de actividades". "La restricción genera que no haya precio para muchos rubros del índice de precios como en el entretenimiento, al que se le imputa la inflación promedio, pero tranquilamente podría haber un ajuste de precios en ese sentido después de la cuarentena", indicó a LPO Juan Pablo Di Iorio.

"Ese ajuste vendría convalidado por la normalización en la velocidad de circulación del dinero. Todos los excedentes monetarios a medida que se levanten las restricciones volverán a sus niveles de consumo anteriores, o quizás un nivel menor por la ciada de los ingresos", agregó.

Por otro lado, los economistas también ven "distorsiones" en la medición de la inflación producto del cambio de hábitos de consumo en cuarentena. "Las familias empezaron a consumir más bienes de necesidad como alimentos y artículos de limpieza y dejaron de consumir servicios, lo que modifica los porcentajes de la canasta de medición. En Estados Unidos un estudio reflejó que si la inflación de abril se hubiera medido por los gastos de la gente con tarjeta de crédito hubiera sido 0,7 puntos porcentuales más alta", subraya Paolicchi. Es decir que, para el caso estadounidense, se hubiera multiplicado por dos.