Un ex policía apuntado como testaferro del senador Flavio Bolsonaro, hijo del presidente Jair Bolsonaro, fue detenido hoy en Brasil acusado de desviar y lavar dinero público, en un operativo realizado en la casa del abogado del jefe del Estado, adonde se ocultó durante un año, en el peor escándalo por corrupción que golpea de lleno a la familia presidencial.
Se trata de Fabricio Queiroz, quien es uno de los mejores amigos del presidente Bolsonaro y era chofer de Flavio en la Asamblea Legislativa de Río de Janeiro hasta 2018. No estaba prófugo pero no había acudido a declarar como testigo y su paradero era desconocido hasta hoy. Estaba oculto en la casa del abogado Wasseff, pieza clave del bolsonarismo, a tal punto que el presidente recibió ayer en un acto al letrado en el Palacio del Planalto.
Queiroz está acusado por la fiscalía de Río de Janeiro de ser el ejecutor de una red de empleados "ñoquis" de la oficina de Flavio, que devolvían parte de sus salarios para luego lavar el dinero en el sistema legal, una práctica que en el argot brasileño se conoce como "rachadinha". Comenzó a ser investigado porque en el espacio de menos de un año entraron casi 250.000 dólares en su cuenta bancaria, todos con depósitos en efectivo de menos de 3.000 reales. Se estima que entre 2009 y 2018 Queiroz pudo haber desviado unos 7 millones de reales, casi 1,5 millones de dólares, con el esquema de ñoquis.
Bolsonaro atraviesa su primer escándalo de corrupción antes de asumir
Amigo del presidente desde 1984, fue detenido en una casa de campo en Atibaia, interior del estado de San Pablo, propiedad del abogado Frederick Wasseff, por orden del juez Flavio Itabaiana de Río de Janeiro.
Entre las transacciones sospechosas se encuentra un cheque de Queiroz cobrado por la primera dama, Michele Bolsonaro.
El año pasado, Queiroz fue a varios canales de televisión para explicar el origen de su fortuna siendo chofer y un policía retirado: "Soy especialista en la compra y venta de automóviles", dijo.
Esta detención de Queiroz es interpretada como el mayor golpe que sufre Bolsonaro desde que asumió el 1 de enero de 2019, ya que pone en primer plano las sospechas de que hay una trama de corrupción y lavado de dinero hacia supuestas bandas parapoliciales.
El juez Itabaiana ordenó también allanar la oficina política de la familia Bolsonaro en Bento Ribeiro, en la zona norte de la Ciudad Maravillosa.
No estaba prófugo pero no había acudido a declarar como testigo y su paradero era desconocido hasta hoy. Estaba oculto en la casa del abogado Wasseff, pieza clave del bolsonarismo, a tal punto que el presidente recibió ayer en un acto al letrado, en el Palacio del Planalto.
Wasseff es el defensor de Flavio Bolsonaro en el escándalo y del presidente en el caso del atentado que sufrió en 2018.
Flavio Bolsonaro reaccionó en las redes sociales y dijo que la operación pedida por la fiscalía de Río y ejecutada por la policía de investigaciones de San Pablo es una "pieza más en el tablero montado contra el presidente Bolsonaro".
"En 16 años como diputado estadual en Río no hubo nada en contra de mí. Apenas mi padre asumió la presidencia iniciaron las acusaciones", afirmó Flavio.
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