Las imágenes de los runners en Palermo generaron un fuerte malestar en el entorno de Axel Kicillof y la tensión entre el gobierno bonaerense y la Ciudad parece estar en su momento más delicado.

Fiel a su estilo, el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, planteó el fin de la solidaridad entre entre la provincia y la ciudad para articular en la pandemia. "Parecía una maratón. Fui a verlo porque no lo podía creer", dijo sobre las miles de personas corriendo por los bosques de Palermo en la noche del lunes. "Lo que vimos era totalmente predecible, se hizo igual y va a tener sus consecuencias. Se terminó todo tipo de norma y convivencia", agregó.

Larreta habilita las avenidas para que no se amontonen los runners en Palermo

En el gabinete provincial el malhumor fue escalando con el correr de las horas. Se sabe que Kicillof mantuvo contactos telefónicos con Horacio Rodríguez Larreta. De allí habría surgido un compromiso por parte del alcalde porteño para evitar la aglomeración de personas.

Pero eso no conformó al gobierno de Kicillof y por estas horas ese difícil trabajo en equipo que encararon desde ciudad y provincia parece resquebrajarse, justo en el peor momento de la pandemia cuando se confirmaron 1.141 casos positivos en 24 horas.

El jefe de Gabinete bonaerense, Carlos Bianco, no esquivó las críticas. "Cuando veía esa multitud (corriendo en Palermo) me agarré la cabeza", dijo al programa Tarea Fina, en Radio Provincia y agregó que probablemente muchas de esas personas trabajan en actividades exeptuadas y van a circular por la Ciudad y el Conurbano.

El miércoles, las actividades del gobierno en La Plata arrancan con una conferencia de prensa del propio Kicillof junto al ministro de Salud, Daniel Gollán. Según pudo saber LPO el anuncio estará relacionado a un convenio entre IOMA y las clínicas privadas de la provincia. Sin embargo, se prevé que el Gobernador baje algunos cuestionamientos hacia su par porteño. Todo en momentos en que se registra un récord de contagios con 545 casos en 24 horas en la provincia.

Por lo pronto, esta noche el Gobernador buscó calmar los ánimos en las redes sociales y advirtió que se está "entrando en las semanas más complicadas" de la pandemia del coronavirus. "No corramos riesgos innecesarios", escribió en Twitter, quizás como una sutil ironía al alcalde porteño.

Pero antes del episodio de los runners, fue el ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollán, quien había generado revuelo cuando volvió a afirmar que el virus ingresa a provincia a través de la Ciudad de Buenos Aires debía al alto poder adquisitivo.

La suba de contagios en provincia agita las diferencias en el gabinete de Kicillof

A medidos de mayo, Gollán había publicado un polémico mapa donde responsabilizaba a la Ciudad por la mayor cantidad de contagios. "Queda claro en este mapa dónde está el mayor riesgo de irradiación del coronavirus", decía en un momento en que los casos en el territorio porteño eran muy superiores a los del Conurbano.

Desde el radicalismo fue Maximiliano Abad, el jefe de los diputados de María Eugenia Vidal en la provincia quien salió al cruce. "Gollán debería gestionar más y dejar de buscar culpables", dijo.

LPO adelantó las tensiones que genera Gollán dentro del gabinete, en especial con Berni. Los roces pasan por las diferencias de criterio para intervenir en los barrios populares, los más afectados por la pandemia.

Berni dejó trascender días atrás que se fue enojado de una reunión en la Rosada junto a Santiago Cafiero y los ministros de la provincia, la Nación y la Ciudad. Allí también estaba Gollán.

"Lo que le pasa a la gente en la calle no es lo mismo que se siente a veces en algunas oficinas donde se toman definiciones" , se quejaba Berni a través de las cámaras de televisión.