Luego de meses de ataques al organismo internacional, el presidente Donald Trump anunció este viernes el fin de las relaciones de Estados Unidos con la Organización Mundial de la Salud, denunciando que China tiene el control total de la misma, a pesar de no ser el principal financiador.

En conferencia de prensa en la Casa Blanca, declaró que su país dejará de enviar fondos a la OMS y, desde este momento, los destinará a otras causas urgentes de salud pública a nivel mundial. Lo cual supondría la cancelación permanente de la contribución hoy congelada y que se estima entre $400 y $500 millones de dólares anuales, equivalente aproximadamente a un 15% del presupuesto total del organismo.

"Debido a que no ha realizado las reformas solicitadas y muy necesarias, terminaremos nuestra relación", dijo Trump, quien también criticó que la organización ha fallado en su estrategia para contener el coronavirus. Tal acción tiene lugar después de que, en abril pasado, el mandatario estadounidense dio a conocer la decisión de congelar por 60 días el financiamiento aprobado para el organismo internacional.

Parlamentarios de la región reclamaron créditos a organismos multilaterales Más tarde, amenazó con suspenderlo permanentemente a menos que la OMS se comprometiera a "mejoras sustanciales importantes en los próximos 30 días". El pasado 18 de mayo, Trump compartió en su cuenta de Twitter una carta que envió a Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, en la que formalizó su amenaza.

China respondió duramente asegurando que el presidente de Estados Unidos mentía con tales acusaciones para encubrir su "respuesta incompetente" a la crisis del coronavirus. Así lo aseguró Zhao Lijian, portavoz de la cancillería china. Curiosamente, horas antes que Trump compartiera su misiva a Tedros Adhanom acusándolo de responder a Beijing, la OMS había acordado durante la reunión virtual entre todos los miembros a someterse a una auditoría independiente por pedido de la Unión Europea, aunque una fecha aún no fue definida.

En ese encuentro, las diferencias entre China y Estados Unidos quedaron de manifiesto en las intervenciones de ambos países. Mientras que el presidente Xi Jinping prometió donar $2.000 millones de euros a la OMS para combatir el coronavirus de forma global en los próximos dos años, el titular de la Secretaría de Salud de EU, Alex Azar, dijo que la organización había "fracasado en su misión" de advertir los riesgos del virus y compartir información a tiempo a la comunidad internacional para combatirlo.