En las últimas semanas se registraron una serie de ataques vandálicos a silobolsas -que incluyeron roturas e incendios- en diversos campos ubicados en las principales regiones productivas del país en el marco de la recta final de las cosechas de soja y maíz.

El caso que más repercusión generó fue el que sufrió el lunes pasado el vicepresidente de Confederaciones Rurales (CRA), Gabriel de Raedemaeker. El hecho se registró en su campo ubicado en la localidad cordobesa de Oliva (a pocos kilómetros de Villa María).

El parte del Cuerpo de Bomberos de Oliva indica que, debido al incendio intencional, resultaron afectadas unas 25 hectáreas. La porción mayoritaria correspondía a un cultivo de maíz, al tiempo que se registraron daños en un lote de trigo recién sembrado.

Todas las entidades del campo rechazan la medida de Pesce contra los silobolsa

En este contexto, los directivos de CRA decidieron salir al cruce de los ataques. "Estos hechos parecen estar vinculados a un odio ideológico hacia el sector", apuntó a LPO Jorge Chemes, titular de la entidad.

"Cuesta entender que, en tiempos de pandemia, puedan circular delincuentes dispuestos a romper silobolsas y que jamás se los identifique. Un Gobierno que dice ser de todos debiera tener respuestas para evitar tanto vandalismo artero", señaló el dirigente.

Chemes también disparó contra el ministro de Agricultura, Luis Basterra. "No se escucha a nadie del Gobierno nacional, en especial a los responsables del área agropecuaria, condenando estos hechos", disparó el entrerriano.

No se escucha a nadie del Gobierno nacional, en especial a los responsables del área agropecuaria, condenando estos hechos. Los delincuentes que hacen desaparecer el trabajo de los productores están presumiblemente apañados por un sistema de permiso ideológico y nulo accionar de la Justicia.

"Los delincuentes que hacen desaparecer el trabajo de los productores están presumiblemente apañados por un sistema de permiso ideológico y nulo accionar de la Justicia", agregó el presidente de CRA (que integra la Mesa de Enlace).

El pasado 15 de mayo el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, decidió mediante una normativa restringir el acceso a financiamiento a aquellos productores agropecuarios que almacenan sus cosechas de soja y trigo de la campaña 2019/20.

La comunicación de la entidad bancaria estableció que quedarán excluidos de la línea de créditos a tasa subsidiada del 24% las Pymes agropecuarias que tengan más de un 5% de su cosecha anual (de ambos cultivos) almacenada en silobolsas.

"Hay una marcada prédica de opinólogos y políticos que hacen constante referencia al ritmo de liquidación de exportaciones y crean un ambiente culposo, cargando al campo por la ausencia de dólares de circulación en el país", alertó el titular de CRA.

Un estudio de la consultora Kimei Cereales al que accedió LPO indica que a mediados de mayo los productores conservaban en silobolsas unas 25 millones de toneladas soja, entre 4 y 5 millones de toneladas de trigo y 8 millones de toneladas de maíz.

El problema que afronta la Casa Rosada es que los productores con mayor espalda financiera que se encuentran cosechando difícilmente pretendan desprenderse de la soja con dólar oficial en $70 que, restándole el 30% de retenciones, lo deja en $48.

"Lo que el productor produce es de su propiedad y su decisión de comercializarla es libre. Hablan de la cosecha como si fuera de todos y dejan al productor que soporte la inversión y el riesgo. Son estos los repartidores de sudor ajeno", concluyó Chemes.