El mentor del ministro Guzmán y premio Nóbel de Economía, Joseph Stiglitz encabezó la lista de firmantes de una carta abierta a los acreedores de Argentina. En ella, más de un centenar de economistas de las más prestigiosas universidades del mundo les pide que acepten la propuesta de reestructuración del gobierno.

La misiva cuenta también con la firma de otro premio Nóbel, Edmund Phelps y de los más respetados economistas como Jeffry Sachs, Dani Rodrik y el francés Thomas Piketty. Para todos ellos, los intereses que ofrece pagar el país "son razonables dentro del entorno actual de tasas de interés". La quita propuesta por Guzmán se concentra en la tasa de interés media, que pasa del 7% al 2,3%.

Martín Guzmán junto a su profesor Joseph Stiglitz en la Universidad de Roma.

"Impecable este documento. Suscribo plenamente. El cupón anual promedio (simple) de la oferta es incluso más alto: 3.4% por año. 6 veces más que la tasa en USA, que es lo que tuvieron q aceptar quienes ganaron juicios contra Argentina en la década pasada", twiteó el ex ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay y mostró su apoyo a la propuesta del gobierno de Alberto Fernández a los acreedores.  

Cabe destacar que esta no es la primera carta de apoyo que recibe el gobierno en su propuesta. La semana pasada empresarios y sindicatos lo respaldaron y el presidente los reunió este lunes para una foto con la que mostrar unidad y soporte político a su propuesta.

Este miércoles, también Claudio Cesario de la Asociación de Bancos Argentinos hizo público su pedido de que haya un entendimiento de buena fe entre el Gobierno y los acreedores, pero evitó posicionarse del lado de Guzmán.

Alberto Fernández expuso el apoyo de los principales sectores económicos en la negociación de la deuda

Otra de las firmantes, la profesora Carmen Reinhart, quien viajó al menos en tres oportunidades a la Argentina durante el gobierno de Macri para advertir, junto al profesor Guillermo Calvo, que el ciclo de endeudamiento terminaba en una explosión. Ella, de hecho, advirtió la semana pasada que en materia de sostenibilidad de la deuda, Guzmán incluso podría haberse quedado corto con la baja de la tasa de interés.

El texto hace hincapié en uno de los vocablos de moda en la comunidad global y que Martín Guzmán impuso en el discurso nacional, la sostenibilidad, una preocupación que nace desde la ecología, pasó a la administración de empresas y la economía y ahora impacta en las finanzas.

Por eso la carta señala que "Este momento es la prueba máxima para la arquitectura financiera internacional. ‘Sostenibilidad' es un término que ahora aparece por todas partes en las finanzas globales y las inversiones, y por una buena razón. Los principios de sostenibilidad, como en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas- apelan a construir un mundo mejor. Y esos principios son profundamente relevantes cuando se trata de la deuda soberana de naciones en desarrollo en dificultades".

El texto, también les recuerda a los bonistas que ya el FMI y el Banco Mundial han llamado a perdonarles las deudas a las naciones más pobres del planeta y destaca la actitud del país de explicar de buena fe y abiertamente la realidad que atraviesa y las dificultades que enfrenta para el pago de sus deudas. Y les recuerda a los bonistas que ellos hicieron una apuesta en 2016 que solo era pagable si el país entraba en un ciclo de rápido crecimiento y que eso no ocurrió.Por lo que la deuda se volvió "insostenible" e "impagable" incluso antes del coronavirus.

"En este momento excepcional de la historia mundial, la oferta de la Argentina también presenta una oportunidad para la comunidad financiera internacional de mostrar que se pueden resolver las crisis de deuda en orden y de manera eficiente y sustentable. La ausencia de un marco legal internacional para la reestructuración de deudas no debería privar a los países deudores de la posibilidad de proteger a sus pueblos y proveerles de una recuperación económica durante la mayor crisis global de nuestra memoria", los interpela.

"Creemos que es un acuerdo sostenible beneficia a ambas partes: una nación soberana en dificultades con 45 millones de personas y a los mismos acreedores. Ahora es el momento de actuar de los acreedores de buena fe. Una resolución responsable sentará un precedente positivo no solo para la Argentina, sino para todo el sistema financiero internacional", concluye la carta.