El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de México, Hugo López-Gatell, lanzó este domingo su Jornada Nacional de Sana Distancia, que responde a una estrategia conocida como distanciamiento social y que pondrá a prueba la capacidad del gobierno de López Obrador para evitar que el virus se propague como en otros países asiáticos y europeos.

Hasta el sábado por la noche, en que el subsecretario de Salud dio su último reporte, en México se duplicaron los casos de contagios a 41, pero bajo sospecha se encontraban 155, repartiéndose casi a lo largo de todo el país. A pesar de las dudas de cierto sector de la población sobre estos datos, el llamado a reducir las actividades demuestra que el gobierno sí sigue una estrategia con evidencia de relativo éxito, en contraste con otras medidas ya tomadas alrededor del mundo. 

López-Gatell es un epidiemólogo de reconocido prestigio y su frialdad y precisión para abordar la crisis sorprendió en un gabinete en el que no sobran las estrellas (ver video).

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En un artículo de The Washington Post, difundido este fin de semana y titulado Por qué brotes como el coronavirus se difunden exponencialmente, y cómo "aplanar la curva", se realiza un ejercicio que da muestra de la efectividad de esta medida.

En el texto, el reportero gráfico, Harry Stevens, expone a través de cuatro gráficas, los resultados de seguir diferentes estrategias en el caso de una enfermedad ficticia a la que nombran simulitis. Las simulaciones consideran en primer lugar, el no tomar ninguna medida. Como es de esperarse, la curva del coronavirus se eleva amplia y rápidamente.

El segundo caso contempla la cuarentena regional, como fue la medida que tomó China para Hubei, la zona cero del virus. De igual manera, la incidencia en la curva sigue siendo alta. Y es que, de acuerdo con O. Gostin, profesor de derecho mundial de la salud de la Universidad de Georgetown, citado por el diario, "la verdad es que esos tipos de cierres son muy raros y nunca son efectivos".

Por su parte, Leana Wen, ex comisionada de salud de la ciudad de Baltimore, cuestionó en diálogo con dicho medio, que "muchas personas trabajan en la ciudad y viven en los condados vecinos, y viceversa. ¿Las personas estarían separadas de sus familias? ¿Cómo se bloquearían todos los caminos? ¿Cómo llegarían los suministros a los residentes?".

Pero hay otras medidas que también se simularon y corresponden al distanciamiento social, en donde, como es ya el caso de México, los funcionarios de Salud alientan a evitar las reuniones públicas. El estudio ubica dos casos: el moderado y el extenso.

En ambos casos el impacto en la curva del contagio es notable a la baja. Por supuesto, el primer caso con un efecto menor al segundo. "Si las personas tienen menos movilidad e interactúan menos entre sí, el virus tiene menos oportunidades de propagarse", señala el periodista.

En este caso, el ejercicio contempla el que un cuarto de la población continúe moviéndose, mientras el resto adopta la estrategia de distanciamiento social: "Un mayor distanciamiento social mantiene aún más a las personas sanas", determina el ejercicio.

"Controlamos el deseo de estar en espacios públicos cerrando espacios públicos. Italia está cerrando todos sus restaurantes. China está cerrando todo, y nosotros también estamos cerrando cosas ahora", dijo Drew Harris, investigador de salud de la población y profesor asistente de la Facultad de Salud Pública de la Universidad Thomas Jefferson. "Reducir las oportunidades de reunión ayuda a la gente a distancia social", agregó a The Washington Post.

Por ahora, Gatell-López opta por un distanciamiento moderado. Un plan que de momento se realizará del 23 al 19 de abril, de la mano con la Secretaría de Educación Pública (SEP) que extiende por un mes las vacaciones, adelantando también le periodo de Semana Santa, garantizando así que un fuerte porcentaje de la población se resguarde.

La medida promueve la suspensión temporal de actividades no esenciales, la reprogramación de eventos de concentración masiva y la protección de cuidado de las personas adultas mayores, junto a medidas básicas de prevención como el lavado de manos o el saludo a distancia. Sin embargo, no restringe de manera excesiva la movilidad.