El directorio de Banco Central que preside Miguel Pesce anunció este lunes los lineamientos de la política monetaria y se distanció del signo de casi todo el kirchnerismo al destacar que es necesario "un manejo de tasas de interés donde se evitará que caiga en niveles reales negativos". Desde 2004 a 2015, Pesce ocupó la vicepresidencia del BCRA.

De esta forma, Pesce se acercó más a sus antecesores del macrismo, que a su último paso por el Banco Central. Sturzenegger hizo de la tasa real positiva uno de los ejes centrales de su política en contraposición con la que caracterizó al kirchnerismo. Caputo y Sandleris siguieron en esa línea. Y si bien esta gestión comenzó con una rápida baja de tasas -cuyos efectos fueron contenidos por el cepo- Pesce definió que la tasa de interés deberá ganarle a la inflación.

"El nivel de tasa de interés real debe preservar la estabilidad financiera y externa de la economía, y debe ser compatible con el financiamiento de la producción y la construcción de una curva de rendimientos a mayor plazo, favoreciendo el ahorro en moneda doméstica", explicó en un documento que destaca que la macroeconomía argentina se encuentra en un punto crítico.

En el mismo comunicado, el Banco Central le asestó fuertes críticas al endeudamiento en dólares del macrismo "a todas luces insustentable" y a la forma en la que sus antecesores subieron las tasas y subestimaron las dificultades de bajar la inflación entre otros "errores de diagnóstico y de política" monetaria.

Y aunque reivindicó la necesidad de tasas que le ganen a la inflación como sus antecesores, se distanció de ellos por la excesiva iliquidez del mercado y la liberalización absoluta de la cuenta capital: "Al mismo tiempo, la hipótesis de una presunta continuidad sine die de un contexto caracterizado por la abundancia de financiamiento externo condujo al error de inducir una completa desregulación del mercado cambiario y una apertura financiera irrestricta", criticó.

Los lineamientos del Banco Central: precios, agregados, crédito y dólar

Además de la tasa de interés, Pesce se refirió al polémico artículo 2 de la Carta Orgánica del Banco Central -que lleva las modificaciones del kirchnerismo para relativizar el objetivo de cuidar el valor de la moneda nacional- y adelantó que emitirá dinero si es necesario y que, en este "crítico cuadro macroeconómico" no se pueden fijar objetivos sobre la expansión de los agregados o la inflación".

"En el contexto de la emergencia económica y social descripta, y de una situación crítica en lo que hace al acceso al mercado de crédito voluntario externo, el Banco Central de la República Argentina considera necesario asistir excepcionalmente al Tesoro tanto en la eventualidad de pagos de deuda al exterior como, de ser estrictamente necesario y bajo límites prudentes que respeten el equilibrio en el mercado monetario, financiamientos en moneda local.

Además, detalló que espera que en 2020 la inflación sea menor que la del año pasado gracias a "la concurrencia de la política monetaria, cambiaria y fiscal, los acuerdos de precios y la coordinación de estrategias de corto y largo plazo, a través de distintos ámbitos institucionales".

En este sentido, el Banco Central adelantó que seguirá comprando reservas internacionales en el mercado cambiario y que seguirá una "política cambiaria de flotación administrada" para evitar movimientos muy fuertes la cotización del dólar.

Se volvió a ampliar la brecha con el dólar paralelo y el Central tuvo que vender USD 150 millones

En materia de actividad y empleo, la autoridad monetaria consideró que "Las políticas adoptadas hasta aquí permitirán ir definiendo un nuevo encuadre macroeconómico sustentado en la recuperación del mercado interno y el crecimiento de las exportaciones, induciendo aumentos en la inversión y la productividad, lo que permitirá conjugar la expansión de la demanda y el empleo con la transformación productiva necesaria para darle continuidad en el tiempo".