Alberto Fernández viajará a Israel en su primer viaje al exterior como presidente de Argentina en un fuerte gesto a la administración del norteamericano Donald Trump que apunta a resolver la deuda con el FMI.

El presidente participará del "Foro Internacional de Líderes en Conmemoración del Día Internacional de Recordación del Holocausto y la Lucha contra el Antisemitismo" que se realizará en el Museo de Yad Vashem en la ciudad de Jerusalén el 23 de enero.

Allí fue invitado por el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, representante de la derecha más dura de Israel. El jefe de gabinete, Santiago Cafiero, no quiso confirmar la reunión bilateral entre ambos mandatarios.

Se trata de un giro impactante en la política exterior del kirchnerismo, tras la enemistad con el gobierno israelí por el memorando con Irán durante el gobierno de Cristina Kirchner.

Es la primera vez en décadas que un presidente argentino viaja a Israel. No lo hicieron ni Néstor ni Cristina Kirchner y tampoco lo hizo Macri, que recibió a Netanyahu en Buenos Aires.

La relación entre Alberto e Israel había arrancado mal durante la campaña, cuando su ministra de Seguridad, Sabina Frederic, sugirió que le podrían sacar a la organización libanesa Hezbollah del listado de grupos terroristas al que la había sumado Mauricio Macri. Por ese motivo Israel no envió representantes a la asunción presidencial de Alberto.

Tras la presión de Israel y EEUU, Alberto confirma a Hezbollah como terrorista

Una vez en la presidencia, Alberto mantuvo a Hezbollah en la lista y ahora anunció este viaje, además de cuestionar a Nicolás Maduro y rechazar a su embajadora, en otro guiño a EEUU.

Alberto no quiere ahorrar gestos hacia Trump, que tiene a Netanyahu como principal aliado en el mundo, antes de la renegociación de la deuda que espera tener resuelta antes del 31 de marzo.

Israel tiene fuerte incidencia en el sistema político norteamericano. En 2015, Netanyahu habló en el Capitolio en Washington y cuestionó a Barack Obama por sus negociaciones con Irán en busca de un acuerdo nuclear, en un discurso celebrado por los republicanos. Después apoyaría fuertemente a Trump e incluso a sus ideas más extravagantes como la del muro con México.