La discusión por el Presupuesto 2020 terminó de consolidar la amplia alianza que tejió Pablo Javkin con sectores del radicalismo, del peronismo, Cambiemos y la centro-izquierda de Ciudad Futura.

En consecuencia, el intendente de Creo consiguió los avales estratégicos para que el Concejo Municipal le delegue facultades claves en materia impositiva para surfear el déficit Municipal y afrontar las obligaciones de sueldos y servicios.

Para ello, los concejales extendieron los súper poderes que en su momento tuvo Mónica Fein, para que el Ejecutivo aumente el precio del boleto de colectivo según el estudio de costos y la variación de la inflación. Un criterio similar se usará para las actualizaciones trimestrales de la TGI.

En paralelo, el bloque integrado por cuatro ediles de la agrupación de centro-izquierda Ciudad Futura, sorprendió con la propuesta para una "reforma fiscal y política" que consistió en la reducción del 30 por ciento del sueldo de los concejales, la creación de un fondo para la urbanización de barrios populares y el aumento del 75% en la tasa para barrios privados.

"Con un 40% de pobres, en emergencia alimentaria, se necesitan gestos así de contundentes del conjunto de la política", señalaron desde la agrupación, atendiendo al "pedido cada vez más grande de la sociedad a la clase política, de que se ponga también en sintonía con ese esfuerzo solidario".

Caren Tepp, presidenta del bloque Ciudad Futura

La medida estuvo en sintonía con lo que horas antes de la discusión del presupuesto había lanzado Javkin con el "Programa de austeridad y priorización del gasto" con el objetivo de reducir gastos superfluos como la restricción del uso de vehículos oficiales, celulares y la compra de bienes de uso y equipamientos y destinar ese ahorro en áreas sociales.

La sesión, que había sido convocada para el lunes a las 18 horas, comenzó el martes 24 de diciembre a las 3 de la mañana para finalizar cinco horas después. Es que el mosaico donde Javkin construyó el andamio de la gobernabilidad es sumamente heterogéneo.

Mientras que el presupuesto y la propuesta de Ciudad Futura de reducción de la dieta de los concejales se aprobó por unanimidad, algunos con mayor entusiasmo que otros, el sector de Cambiemos que responde a Roy López Molina logró que se destinen $100 millones de pesos más para control y seguridad pero no acompañó el incremento de tasas a los barrios cerrados.

En la vereda de enfrente, el espacio de Federico Angelini aprovechó el proyecto de Caren Tepp, de Ciudad Futura, para apuntar contra Roy en su interna y quiso ampliar la reducción de sueldos al personal político del Concejo en una clara maniobra para afectar los nombramientos de López Molina que tras el quiebre de Cambiemos se quedó con la vicepresidencia primera del cuerpo.

A su vez, el mismo espacio impulsó que la ordenanza de actualización de TGI por inflación se limite a 12 meses que fue aceptado pero en la misma ordenanza se incorporó el "Radio 7" que incluye a los barrios privados diferenciados para la tributación.

El único espacio que marcó mayores diferencias fue el bloque de Frente de Todos que quedó afuera del armado y enfrentados a La Cámpora. Los tres concejales que lo integran votaron el presupuesto pero en contra de la delegación de facultades y del aumento automático de TGI en la Ordenanza General Impositiva.