El flamante ministro de Seguridad de Perotti, Marcelo Saín, enfrenta la primera crisis en las fuerzas policiales y a pocas horas de haber asumido en su cargo. El funcionario, que prometió cambios radicales y controles políticos de la policía, aún no designó a las nuevas autoridades de las Unidades Regionales y empiezan a advertirse graves problemas logísticos que amenazan con deteriorar el servicio.

En las últimas horas de este viernes se conocieron las renuncias de varios altos jefes policiales. El jefe de la Unidad Regional de Rosario, Marcelo Gómez, fue quien dio el primer paso y con el correr de los minutos, y en efecto dominó, se supieron de otras dimisiones.

A Gómez lo siguieron Juan Bengoechea, Jefe de Rafaela, Marcelo Fornoni de Reconquista, la subjefa de la Unidad Regional II Carina Degra y se esperan más renuncias, informó a través de su cuenta de Twitter, el periodista especializado en asuntos policiales de LT3 y Mitre Rosario, José Luis Juárez.

Según indicó el Jefe de Policía de Rosario, Saín, ni ningún funcionario de segundas líneas del Ministerio, se comunicó con las actuales autoridades y ante la incertidumbre y los problemas que empezaron a asomar en materia de seguridad, decidieron presentar sus renuncias.

El pasado jueves, Saín anunció en una rueda de prensa el nuevo esquema que adoptará el Ministerio y sus principales integrantes del equipo. Sin embargo, lo que no abordó fueron los temas inmediatos del día a día y que para la policía son fundamentales. A las pocas horas aparecieron los síntomas.

Más allá de las consideraciones políticas e ideológicas, la policía es una fuerza con estructura vertical y operativa. Esto significa que requiere de autoridades bien definidas, con voz de mando y a su vez, contar con tareas específicas. Cada día, las brigadas salen con una orden operativa, deberes concretos que deberán desempeñar durante la jornada de trabajo.

Algo tan básico como eso es lo que estuvieron faltando las primeras horas de la gestión de Saín. Al contrario de lo que aseveró el ministro en su conferencia, donde puso el eje en la necesidad del control de la fuerza por parte del poder político, los comisarios no tuvieron interlocución con la cartera de la cual dependen.

Otro tema sensible es la información donde la policía la debe compartir en tiempo real con las las autoridades civiles. Como consecuencia a la ausencia de autoridades que bajen las órdenes, varios jefes regionales generaron un "autodescabezamiento" de la fuerza.

Marcelo Saín en la jura como ministro en la Casa de Gobierno de Santa Fe

Además, empezaron a notarse problemas serios en temas de logística, sustancial para la policía, como la carga de combustibles, mantenimiento de unidades, organización de horas extras y servicios de adicionales.

Por otro lado, Saín anunció que el Servicio Penitenciario dejará de pertenecer a Seguridad para pasar bajo el ala del Ministerio de Gobierno, Justicia y Derechos Humanos lo cual también generó preocupación ya que la cartera que maneja Esteban Borgonovo cuenta con un 9 por ciento del presupuesto mientras que Saín dispone de casi el 30%.

Todas estas situaciones se suceden el mismo fin de semana en que debería comenzar el Operativo Verano, cuando se refuerzan las zonas de playas y esparcimiento estival y hay mayor vida nocturna.

Como si fuera poco, en la policía también manifestaron disconformidad con la designación como Jefe provincial a Víctor Sarnaglia, un ex comisario retirado que había trabajado con Saín y que fue convocado nuevamente al servicio para estar al frente de la institución.

Desde la policía critican que con el nombramiento de Sarnaglia se echa por tierra el régimen de ascenso al no cumplir con el escalafonamiento que define a la estructura jerárquica que impide los ascensos directos.

Saín, quien ocupará una de las áreas más sensibles del gobierno y donde Perotti prometió mejoras sustanciales, había negado de manera violenta un artículo de este portal que había adelantado el plan de seguridad.

 [Exclusivo: El plan de Saín para partir el poder de la Policía de Santa Fe] 

Pocas horas antes de asumir, en una entrevista con LT8, negó que fuese elegido como Ministro y de tono arrogante, aseguró que se estaba preparando para asumir como embajador argentino en Paris.